El Tribunal Supremo de Israel dictamina que los ultraortodoxos deben servir al ejército
La sentencia representa un nuevo quebradero de cabeza para Netanyahu, pero no se prevé que conduzca a cambios radicales
El CairoEl Tribunal Supremo de Israel ha dictaminado este martes que los jóvenes ultraortodoxos deben realizar el servicio militar obligatorio como el resto de ciudadanos judíos del país, argumentando que no hay ninguna base jurídica que ampare cuyo régimen de exenciones generales se han beneficiado hasta ahora. La sentencia, que también establece que el gobierno debe cortar los fondos públicos dirigidos a centros de estudios religiosos con estudiantes que no se alisten, supone un revés para el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya que afecta a una cuestión delicada para el ejecutivo, que depende de dos partidos ultraortodoxos y estaba intentando resolver el callejón sin salida a su propio ritmo.
El régimen de reclutamiento obligatorio y la exención del servicio militar a los judíos ultraortodoxos inscritos en una yacivá, un centro de estudios de la Torá, se remonta a la fundación del Estado de Israel en 1948 y ha sido una de las cuestiones que más polémica social y política ha generado desde entonces. Para amplios sectores del país, el derecho a saltarse la mili, de al menos dos años, supone una concesión injusta, particularmente en tiempo de guerra, y una política contraproducente en tanto que el ejército es uno de los principales ejes vertebradores de la sociedad. Sin embargo, los más devotos temen que aparcar su dedicación exclusiva al estudio de los textos sagrados podría conducir a un cambio radical de su estilo de vida y afectar al alma de la nación.
En medio de este debate candente, los jueces del Supremo israelí han reafirmado ahora que la ley que regula el servicio militar, y que reserva a los estudiantes de saliente la posibilidad de eximirse, no tiene amparo legal y es inconstitucional porque representa una violación del derecho a la igualdad y crea una grave discriminación entre quienes deben servir y quienes no, según han informado medios locales. Los magistrados también han establecido que el gobierno debe detener la financiación de las salidas con alumnos que no se han alistado pese a no recibir la exención.
La polémica en torno al régimen de exención ha resurgido con fuerza en los últimos meses a raíz de la ofensiva de Israel en Gaza y de los temores a una escalada regional. Cuando el ejército israelí asaltó la Franja en octubre llamó a filas a más de 250.000 reservistas, la mayor movilización de su historia, mientras que el año pasado se alistaron sólo unos 700 ultraortodoxos y más de 60.000 se beneficiaron de la exención.
El sentimiento de agravio ha aumentado aún más después de que el ejército haya alargado la mili y un proyecto de ley del gobierno pretenda retrasar la edad de exención del servicio de reserva a soldados y oficiales. El Supremo se ha hecho eco de ese contexto y ha señalado que la carga de la desigualdad es más dura en medio de una guerra, según medios locales.
Otro quebradero de cabeza para Netanyahu
Para Netanyahu, la decisión representa un nuevo quebradero de cabeza político, ya que el ejecutivo que lidera depende de dos partidos ultraortodoxos que se oponen al reclutamiento, y que ya han criticado con contundencia el dictamen, e integra a la vez a miembros que lo defienden. Sin embargo, por ahora no hay ningún indicio que apunte a que la sentencia del Supremo pueda hacer tambalear al gobierno.
El partido de Netanyahu, el Likud, ha emitido un comunicado poco después de que se haya conocido la decisión del Supremo en la que considera que la "solución al problema" del reclutamiento no pasa por una sentencia que "será relevante durante un breve período", sino por la finalización de una ley que se está tramitando en el Parlamento. La norma prevé aumentar las tasas de alistamiento entre ultraortodoxos y establece sanciones económicas a las instituciones que incumplan los objetivos marcados, al tiempo que reconoce la importancia de estudiar la Torá.
Además, la sentencia del Supremo deja un cierto margen de maniobra al ejecutivo, ya que dictamina que el reclutamiento de ultraortodoxos debe empezar de forma inmediata pero no establece cuántos estudiantes deben reclutarse y, según la transcripción de la decisión que han difundido medios locales, el tribunal habla de un proceso "gradual". En la práctica, el ejército afirmó durante el procedimiento judicial que podría reclutar inicialmente a unos 3.000 jóvenes ultraortodoxos, una cifra modesta pero en línea con lo que esperaban muchos analistas militares.
La decisión del tribunal, sin embargo, da nueva munición a los críticos contra el gobierno para intentar aumentar la presión sobre Netanyahu y desestabilizar al ejecutivo. El líder de la oposición y ex general Benny Gantz ha aprovechado la sentencia para llamar a definir un régimen para el servicio militar que genere un "amplio consenso", y ha criticado al gobierno por velar sólo por su estabilidad. Otro líder destacado de la oposición, Yair Lapid, se mostró más taxativo y pidió al Ejecutivo emprender una movilización masiva de ultraortodoxos.