Geopolítica

Xi Jinping propone a Putin liderar juntos un mundo que cambia

El presidente ruso agradece al chino su "posición equilibrada" en el conflicto de Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, a la izquierda, y su homólogo chino, Xi Jinping, a la derecha, con sus delegaciones, se reúnen a Samarcanda (Uzbekistán) este jueves 15 de septiembre.

TaijinEl presidente ruso, Vladímir Putin, ha agradecido a China su “visión equilibrada” sobre Ucrania y el presidente chino, Xi Jinping, ha asegurado que está dispuesto a trabajar con Rusia como “grandes potencias” en un mundo caótico. Pero aparte de una mayor cooperación económica, China no ha ofrecido nada más concreto a Rusia. El presidente chino y el ruso han exhibido su buena sintonía y confianza en la primera reunión que han mantenido cara a cara desde que anunciaron en febrero que habían formado una “alianza sin límites”, semanas antes de la invasión de Ucrania.

El encuentro ha tenido lugar en Samarcanda, la legendaria ciudad de la Ruta de la Seda, donde los dos mandatarios participan en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que se acaba este viernes.

Antes de la reunión a puerta cerrada, los dos líderes han escenificado una relación de camaradería con declaraciones públicas. Xi Jinping se ha dirigido a Putin como “viejo amigo” en señal de proximidad y confirmación de que su alianza sigue firme. Como muestra, el líder chino ha declarado que los dos países tienen la responsabilidad de asumir un papel de liderazgo como grandes potencias para “inyectar estabilidad” al mundo. Por su parte, Putin ha condenado las presiones occidentales para crear un mundo “unipolar” y ha apoyado sin fisuras la posición china sobre Taiwán.

El presidente ruso ha destacado a la vez la visión “equilibrada”, ha dicho, de China sobre la guerra en Ucrania. El gobierno chino mantiene oficialmente una postura de neutralidad, pero no ha condenado la invasión y la califica, como quiere Rusia, de "operación militar especial”. Pekín ha defendido el relato de Moscú sobre la necesidad de garantizar la seguridad de sus fronteras ante la amenaza de la OTAN y ha condenado las sanciones internacionales, así como el envío de armas a Kiev.

Intranquilidad de Pekín

Pero Putin, que ha llegado a la cumbre debilitado con la contraofensiva de Ucrania, ha asegurado que entendía las "preocupacions" de su aliado y le daría explicaciones a puerta cerrada. Unas declaraciones que muestra que son conscientes de la intranquilidad de Pekín por el desarrollo de la guerra.

Rusia necesita ayuda militar y económica ante la prolongación de la invasión y las sanciones occidentales. China, por su parte, evita violar las sanciones y no le interesa un conflicto bélico prolongado que puede ocasionar una recesión a importantes socios comerciales, como por ejemplo la Unión Europea.

De momento Pekín ha ofrecido ayuda económica a Moscú multiplicándole la compra de gas y petróleo. Por ejemplo, en el mes de agosto aumentó un 60% en comparación con el año anterior. Desde el mes pasado también las dos partes han acordado hacer las transacciones en rublos o yuanes para evitar las operaciones en dólares. Es una medida que le interesa a China para impulsar su divisa como moneda internacional.

Pero fuera del comercio, Pekín no ha brindado a Moscú nada más que declaraciones de intenciones, como por ejemplo “ofrecer apoyo mutuo en temas relacionados con sus intereses fundamentales respectivos”. Según la agencia Xinhua, Xi le ha dicho a Putin que está dispuesto a profundizar en la cooperación en materia de comercio, agricultura y conectividad.

A pesar de esto, los dos países no han dudado en hacer gestos para confirmar su alianza, como las maniobras conjuntas que llevan a cabo en el Pacífico coincidiendo con la cumbre. Según el comunicado oficial, el objetivo de los ejercicios militares es "fortalecer la cooperación naval entre Rusia y China para mantener la paz y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico".

Xi Jinping, estadista

La agenda de Xi Jinping ha sido extensa antes de entrevistarse con Putin. El miércoles hizo una visita oficial a Kazajistán, donde firmó una serie de acuerdos de cooperación en materia de energía, logística, agricultura y gestión de recursos hídricos. El jueves por la mañana se entrevistó con los presidentes de Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán, además de ser recibido a su llegada por el presidente del Uzbekistán. Para China es una prioridad reforzar los lazos con Asia Central y un compromiso militar con Rusia dificultaría las relaciones con estas ex repúblicas soviéticas, que no se sienten cómodas con la invasión de Ucrania. La actual debilidad de Moscú es una oportunidad para los intereses del gigante asiático, que puede extender su influencia sin competencia.

El proyecto chino de la “Nueva Ruta de la Seda” para construir nuevos corredores comerciales ha llevado a grandes inversiones en infraestructuras a la región. Se han financiado más de 250 proyectos, algunos tan espectaculares como el ferrocarril entre Karachi y Peshawar, en Pakistán, que ahora está paralizado. La parte negativa es la gran deuda que han generado y que seguramente se tendrá que reestructurar.

En política interna, con este viaje Xi Jinping refuerza el papel de líder internacional antes del importante Congreso del Partido Comunista, que se celebrará en octubre, en el que aspira a renovar un excepcional tercer mandato. El presidente podrá exhibir su alianza con Putin y los lazos tejidos con los países de Asia Central para presentar a China como una alternativa a Estados Unidos en el escenario mundial. Una derrota de Putin cuestionaría el papel de Xi Jinping como estadista.

El viaje también demuestra que se siente bastante seguro de su reelección para viajar al extranjero y que las negociaciones entre las diferentes facciones del partido para elegir a los próximos líderes están cerradas.

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