Cataluña ya es independiente (y no te lo han dicho)

05/03/2025
Jefe de Media
2 min

Al final, no costaba tanto. Todos estos quebraderos de cabeza, todas estas vías catalanas y cadenas dándonos las manos, y tantos litros de Fairy derramados con astucia sobre el asfalto para derrotar a piolinos... y resulta que la independencia ha llegado, finalmente, con la mansedumbre con la que florece el cerezo y nos visitan las primeras golondrinas. Es probable que un número sustancial de parroquianos –incluido el eventual lector de esta columna– no se hayan enterado de este enorme cambio de estatus, pero en cambio en elAbc lo tienen clarísimo: "Sánchez da categoría de Estado a Catalunya a cambio del favor de Puigdemont". Antes de salir corriendo a hacerme el nuevo pasaporte, miro un palmo más a la derecha, en el quiosco, y otro diario va aún más allá: "Sánchez vincula ser ciudadano a Catalunya a un sello identitario". Supongo que todavía se está decidiendo si esta marca se fija en la piel con tinta de tatuaje o en hierro al rojo vivo, y si consistirá en una simpática estrella de David, una flor de lis o, directamente y ya sin caretas, una esvástica nazi. Una vez más, la brecha entre lo que Catalunya logra en materia de competencias y lo que el Madrid mediático dice haber alcanzado es de una amplitud sideral. Pero el relato lo aguanta todo.

Carles Puigdemont en una imagen de archivo.

Ambos diarios se erigen en fieles paladines de la multiculturalidad y alertan del peligro de la xenofobia nacionalista catalana. Que las hay, claro, pero ellos la extienden a cualquier manifestación catalanista, incluso al independentismo no nacionalista, un concepto que les cabecea. En todo caso, suerte tenemos de su labor de denuncia contra los relatos que se ceban con las minorías y los colectivos vulnerables, ellos que nunca, nunca, nunca han dado alas a los discursos xenófobos que han acabado conquistando un buen puñado de escaños en el Congreso.

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