Félix Bolaños, esperanza del PP para no acostarse con Abascal
Uno de los tics de La Razón es el de hacer evidentes los sueños, anhelos y estrategias del PP –el partido al que el rotativo está postrado– recurriendo a fuentes anónimas de otros partidos, de esas imposibles de comprobar. Miremos la hermosa pieza de este martes que en portada se titula "Los ministros conspiran bajo la euforia de Sánchez". La pieza no detalla ninguna acción concreta, no hay ni media conjura. Solo frases vacías como "Hay ministros que se mueven" (pero haciendo qué?!) o "se imponen los recelos y las suspicacias en el palacio presidencial mientras todos juegan sus cartas" (¡pero qué?!) e imágenes más o menos pseudoliterarias como "los lodos están a punto de entrar en el " cuchillos", "un navajazo", "otra bofetada". Hombre, en casa somos pacifistas, pero si me llenas una crónica con tanto acero afilado lo mínimo que pedimos es ver efectivamente que alguien luce un corte. Unas gotas de sangre, aunque sea.
En medio de esta nada, sin embargo, destaca este pasaje: "Todos tienen una buena palabra sobre Bolaños. Ha sido el único ministro que ha pactado con el PP esta legislatura. En el PSOE hay quien le ve como el elemento de concertación nacional que puede unir a su partido y al PP en caso de que el adelanto de Voy no sea a Vox más remedio que poner a Santiago Abascal en el puente de mando del país, algo que en Génova no se quiere ni considerar como mera hipótesis". Dejando a un lado que en el PP clarísimamente lo consideran como hipótesis, hay que interpretar estas líneas como una mano tendida en el PSOE en el sentido de que, si sacrifica a Sánchez, habría la opción de dejar a Vox fuera del gobierno. El diario lo disfraza de fuente anónima socialista, pero es evidente que en realidad hace de mensajero, de fiel transmisor. Son ensueños de bipartidismo, nostalgias de la Transición tutelada.