Las hazañas de ayer son las miserias de hoy
Tres diarios coinciden en sus portadas en fruncer la nariz por el zurrón de medallas conseguido por España en los Juegos Olímpicos. Son 18: una más que en Tokio pero sin llegar a las 22 de Barcelona, que parece ser el objetivo. Son El Mundo, Abc y La Razón, que dedican espacios generosos a la lamentación. "El deporte español se estanca en París", clama elAbc. Mientras tanto, El País lo vende de forma positiva: que previsible. Como también lo es que, consultada la hemeroteca del 2016, cuando se celebraron los Juegos de Río de Janeiro, ninguna primera página de los diarios de derechas murmuró por el hecho de que España recolectara tan sólo 17 metales, uno menos que este año. Claro: entonces el gobierno tenía gaviotas y Mariano Rajoy Brey era el ufano presidente de la cosa. Ve que no tenga algo que ver. Sea como fuere, tiene un punto tristete –y violenta el fair play olímpico– que te hayas pasado más de dos semanas exaltando las selecciones con titulares y soflamas patrióticas y que, una vez devuelve el tiempo del rédito político, dejes en la estacada a los que anteayer saludabas como héroes.
Curiosidad neurológica
Por segundo día consecutivo, la portada de La Razón insiste en que Illa hace “guiños al independentismo”. Tanta fijación por la salud ocular del nuevo presidente de la Generalitat por parte del diario de Planeta preocupa. Miro el archivo y veo que también acusaban a Colau de sufrir ese tic nervioso. Y lo mismo con Pedro Sánchez. O con la directiva del FC Barcelona. El lector de este rotativo pensará que hay un paso galopante de síndrome de Tourette, en Catalunya. Quien se acerca al pérfido separatismo, termina con la dopamina alterada y hecho un saco de tics. Ve que alguno no se haga zurdo y todo.
