'La Razón', a favor de la fantasía, pero no demasiado

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Hay que admitir que el título es divertido: "Sauron se nos ha hecho 'woke': como la inclusión forzada quiere matar a la fantasía". En la fotografía de la doble página, una mujer empuñando una espada. Sí, sí, como lo sienten: en vez de estar suspirando por su amado, o comprándose un poco de ropita, se pone a luchar y hacer cosas de hombres. ¡Intolerable!

Una escena de 'El señor de los anillos'

En fin, al artículo se le escapan muchas cosas, pero una de las más importantes es que las empresas no mantienen la política de incluir diversidad para que sean unas hermanitas de la caridad preocupadas por la marcha del mundo, sino porque aspiran a ser marcas globales y, por tanto, son conscientes de que sus audiencias son diversas. Se trata de generar identificaciones con el mayor número de público posible y, sí, el color de la piel es una de los factores que generan identidad. Bob Iger, presidente de Disney, lo contaba hace unos días entrevistado en Vanity Fair: su negocio es entretener, no transformar el mundo. ¿Por qué no han recogido su opinión relevante? La pieza también falla hablando del llamado test de Bechdel cuando dice que "el elemento clave para superarlo es que las mujeres presentes no hablen de sus relaciones afectivas ni conversen en relación a un hombre". No hombre, no. Suspenso la prueba si tus personajes femeninos sólo hacen esto. Si son meros jarrones decorativos que sólo existen como complemento de los hombres, como apósito. En fin, todo el texto rezuma esa hipocresía de decir que la raza no debería importar... pero está motivado porque han empezado a aparecer negros, asiáticos o latinos asumiendo los papeles reservados hasta hace cuatro días en los caucásicos. Y hace reír ver los esfuerzos del diario gastando dos páginas para llorar la muerte de la fantasía, cuando justamente venimos de demasiadas décadas en las que había muy poca fantasía, porque los héroes estaban todos cortados por el mismo patrón.

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