Crítica de serie

La docuserie que barre para siempre el concepto de crimen pasional

A partir del caso Cantado, 'De estrella del rock a asesino' radiografía cómo se generan las narrativas que menosprecian la violencia contra las mujeres

Una imagen de la serie documental 'De estrella del rock a asesino'.
24/04/2025
3 min
  • Zoé de Bussierre, Karine Dusfour, Anne-Sophie Jahn y Nicolas Lartigue para Netflix
  • En emisión en Netflix

En verano de 2003 Marie Trintignant ingresó en estado de coma en un hospital de Vilna. La actriz se encontraba en Lituania rodando un biopic sobre la escritora Colette en un ambiente muy familiar: la dirigía su madre Nadine Trintignant, y también aparecían Roman Kolinka, su hijo mayor, y la cantante Lio, su mejor amiga. Marie, además, se alojaba con su pareja del momento, el cantante Bertrand Cantat, líder de la banda Noir Désir. Es él quien avisó de que Marie había quedado inconsciente. En el hospital la sometieron a varias intervenciones para intentar revertir el coma. La familia decidió trasladar a Marie Trintignant a Francia, donde murió el 1 de agosto, cuando sólo tenía 41 años.

Pero, ¿qué pasó esa noche de julio en la habitación de hotel que la actriz compartía con Cantat? Las primeras declaraciones del cantante hablaban de una pelea muy violenta entre ambos hasta el punto de que ella se cayó y cabeceó al radiador. "Un accidente". A la prensa francesa no le costó nada comprar ese relato. En De estrella del rock a asesino, la docuserie sobre el caso estrenada en Netflix, Pascal Nègre, presidente de Universal Music en Francia entonces, recuerda cómo Noir Désir era mucho más que la banda de moda en el país en los años noventa. Representaban el paradigma por excelencia de un grupo de rock plenamente francés, hasta el punto de convertirse en un fenómeno popular capaz de llenar estadios y vender hasta un millón de copias de un disco. Francia adoraba Noir Désir y Bertrand Cantat. Y se tragó la narrativa del accidente ocurrido en medio de una discusión acalorada. Hasta que la autopsia cambia las cosas.

En la serie, el relato por parte del médico forense resulta in-su-por-ta-ble por cómo evidencia la violencia extrema que sufrió la actriz. Cantat vapuleó a Trintignant hasta la muerte. Y con estos hechos sobre la mesa, ahora se podía acusar al músico de asesinato. La docuserie sigue como, pese a las evidencias, tanto el músico como los medios de comunicación consiguen generar otra narrativa en la que él se convierte en la víctima. Trintignante habría sido la incitadora de la pelea. La idea de "crimen pasional" comienza a aparecer en escena. La historia y sus protagonistas encajan a la perfección con ese terrible concepto tan arraigado en el imaginario cultural francés. La actriz de vida amorosa poco convencional y el apasionado cantante habrían vivido una relación de amor tan intensa que sólo podía acabar así de mal. Una tragedia. Los medios, la industria musical y buena parte de los círculos intelectuales abarcan la narrativa del crimen pasional. La banda apoya a su líder. También lo hace Krisztina Rády, esposa de Cantat y madre de sus dos hijos, a los que él había abandonado por Marie. El testimonio de ella en favor del marido fue clave para que la sentencia en Bertrand Cantat quedara reducida a tan sólo ocho años de cárcel. Salió a los cuatro. Y reanudó la vida en común con la primera mujer. Krisztina Rády se colgó en la casa que compartían en Burdeos, en el 2010, mientras Cantat dormía.

A través de la detallada recapitulación del caso Cantat, De estrella del rock a asesino analiza cómo se generan narrativas exculpatorias en torno a los hombres que cometen crímenes machistas, incluso ante evidencias palmarias, y cómo el Me Too ha permitido cambiar estas terribles dinámicas. Heredera del talento de sus padres, Nadine y Jean-Louis, Marie Trintignant nos dejó un legado de espléndidas interpretaciones a filmes como Betty y Un asunto de mujeres de Claude Chabrol, Ponette de Jacques Doillon y Janis y John de Samuel Benchetrit, que preservan para siempre su memoria.

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