El amor es tomar un tren sin saber dónde vas

La historia de amor de Anna Maria Rubio, recepcionista

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Retrato a Anna Maria (43 años) y Toni (56 años), tienen ambos una discapacidad y trabajan en el centro especial de trabajo CEO del Maresme. Son pareja desde hace muchos años. Foto: Paz de la Calle

Anna Maria Rubio y Toni viven juntos en un piso en el Maresme. Para dos personas con una discapacidad, es una situación más bien extraordinaria, que no sería posible sin el trabajo de entidades sociales como la Fundació Maresme. “El acceso a la vivienda es muy complicado para las personas con discapacidad. Si no es a través de una entidad, que te hace de aval y tiene en cuenta tu sueldo, los precios son inasumibles”, explica Rubio. Tener piso propio, explican desde la entidad, les da una independencia muy enriquecedora que les permite crecer y desarrollarse como personas individuales y también como pareja. “La verdad es que hacemos muy buen equipo. Yo, por mi parálisis, no llego a los sitios altos y él, en cambio, no puede agacharse a recoger cosas del suelo. Nos ayudamos mutuamente”, celebra Rubio, quien explica que lo que más le gusta de Toni es que “tiene un corazón muy grande” y es “muy atento”. “Me llama cada día a la misma hora y quedamos por volver juntos a casa después del trabajo”.

Se conocieron hace ya varios años, en el 2007, y la primera impresión no fue precisamente buena. “Empezamos de forma algo extraña. Estábamos trabajando en el mismo sitio. Tuve que pasarle un encargo del monitor y a Toni no le hizo mucha gracia. Tuvimos una pequeña discusión y así es como nos conocimos: no empezamos con buen pie”, recuerda Rubio, divertida. Un tiempo después coincidieron de casualidad en el tren y, más adelante, empezaron a hacer planes con el mismo grupo de amigos. “Fue un amor a fuego lento. Él cada vez venía más a casa a buscarme para ir con mis amigos, y dos meses después me dijo si quería tener una relación con él. No me lo esperaba, pero si te viene a buscar cada día con una excusa distinta es verdad que piensas que quiere algo más”, reflexiona Rubio. Al cabo de un año, empezaron a vivir juntos.

Una de las cosas que más les gusta hacer como pareja es “coger el tren”. “A mi marido le encantan los trenes ya los dos nos encanta viajar. Cogemos el tren y vamos aquí o allá. Un día fuimos a la estación y cogimos un tren sin saber dónde iba ni nada. Subimos y allá donde nos gustó bajamos”, explica Rubio. A ella, añade, el amor le gusta demostrarle sobre todo con el cariño físico. “Soy muy cariñosa, me gusta mucho besar y abrazar. También me gusta estar atenta a los gustos de la otra persona para que esté a gusto”, dice.

Para ella el amor es, sobre todo, respeto y mutuo apoyo. "El amor es superar juntos cada día lo que vaya surgiendo", concluye.

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