El análisis de Antoni Bassas: 'Así trabaja el odio del nacionalismo español'

Hoy será noticia el balance del año que harán los presidentes Illa y Sánchez, justo antes de irse de vacaciones y decirnos hasta el próximo año.

Sánchez ha empujado un año más (recuerden que su primera autobiografía la tituló Manual de resistencia), pero los presupuestos los tiene muy complicados, mucho, sobre todo porque con Junts, aritméticamente necesarios, todavía no se han puesto. Y Junqueras necesita empezar pisando fuerte. Juntos no se han puesto porque están con el acuerdo sobre el traspaso de inmigración. No descarten que haya acuerdo antes de que acabe el año, pero de momento no existe.

E Illa tampoco tiene presupuestos, y eso que no lleva ni seis meses gobernando. Illa coordina sus tiempos con los de Sánchez, y su agenda principal es la económica: su idea es que su paso por la presidencia de la Generalitat se mida por la mejora de los indicadores económicos, y para ello es necesario volver a el cledo constitucional. Pero para que mejoren una parte de los números es necesario que mejore la financiación. Y en eso han puesto más el foco Junts y Esquerra que el propio PSC.

Pero mientras los presidentes hacen balance, hoy queremos poner el foco en las declaraciones que han hecho en TV3 algunos de los profesores del Institut de Sant Andreu de la Barca. La historia ya la conocen: partidos como Ciudadanos y medios nacionalistas españoles (aquí ven algunos de los muchos titulares de periódicos como El Mundo y elAbc) les acusaron de haber humillado a hijos de guardia civiles por las palizas del 1 de Octubre. Los investigaron por el delito de incitación al odio, y en julio del 2019 terminaron de cerrarse todas las causas por falta de pruebas. Pero la Fiscalía recorrió y no fue hasta el 2023 cuando se cerraron definitivamente todas menos una, que ahora sí se ha cerrado. Ahora, los profesores han hablado.

Lo que la derecha política y mediática española ha hecho con estos profesores ha sido repugnante, y no es más que la continuación del odio que vimos el 1 de octubre. Profesores que por hablar en el aula de lo que no se podía ignorar que había pasado fueron imputados por incitación al odio. No, es lo de siempre, el odio es suyo. Imputan a los demás lo que ellos hacen. Como la soberbia de ese periodista. Ocurrió ayer en Las Palmas. Rueda de prensa del entrenador del Espanyol, con preguntas en catalán. Le toca le devuelve un periodista canario y pasa esto:

"No entiendo el catalán, gracias a Dios". Así crece el odio que siembra al nacionalismo español.

Buenos días.