Pedro Sánchez hace balance de un año marcado por los equilibrios en el Congreso y la ofensiva judicial
El presidente español aprovecha la última comparecencia del año para sacar pecho de la economía
MadridEl presidente español, Pedro Sánchez, compareció este mediodía para hacer balance del 2024 tras una semana marcada por la ofensiva judicial contra el PSOE, con las declaraciones del caso Koldo y de Begoña Gómez, y los equilibrios del gobierno estatal con sus aliados parlamentarios para sacar adelante la agenda legislativa. de la derecha y la extrema derecha.
A pesar de las dificultades, el jefe del ejecutivo presume de estabilidad y de la capacidad de llegar a acuerdos que le ha permitido sacar adelante una veintena de leyes en poco más de un año de mandato y ha vuelto a criticar a la derecha y la extrema derecha por sus "estrategias de desgaste": "Estamos ante una oposición que ha renunciado plantear un proyecto, que intenta ganar con mentiras lo que no ganó con votos en el 2023", ha dicho Sánchez.
Elaprobación definitiva de la reforma fiscal y de la ley sobre el servicio público de justicia son dos ejemplos. Con el objetivo de acelerar las negociaciones para aprobar los presupuestos del 2025 en primavera –clave para el fin de agotar la legislatura en el 2027–, Sánchez ha tomado decisiones para intentar seducir a sus socios de la mayoría plurinacional de la investidura , especialmente Junts, que mantiene la petición de una cuestión de confianza, y ERC. En el caso de Junts, el consejo de ministros de este martes ha desclasificado documentos del CNI sobre el 17-A, según confirman fuentes del ministerio de Defensa al ARA. Éste era un compromiso de los socialistas con los juntarías en el marco de la votación de Francina Armengol como presidenta de la cámara baja.
Otro ejemplo de esta necesidad de contentar a los socios, en este caso de izquierdas, es la aprobación de un real decreto ley para extender el gravamen a las energéticas un año más. Un guiño a los republicanos, y también a Podemos, EH Bildu y el BNG. Sin embargo, la Moncloa asume que decaerá una vez llegue al Congreso por la oposición, entre otros, de los de Carles Puigdemont y el PNV. Ésta, pues, es tan sólo una muestra de la complejidad a la que se enfrentará el gobierno de coalición para hacer realidad las nuevas cuentas de 2025 (continúan prorrogadas las de 2023), que se negociarán sin que se detengan los ataques de la derecha y la extrema derecha por los presuntos casos de corrupción que salpican al PSOE.