Catalán en las aulas

"Es un aviso de que no podemos dejar de trabajar por el catalán"

El Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans convoca una parada en los institutos el viernes en contra de la imposición del 25% del castellano en las aulas

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Clase de matemáticas a un instituto de Sabadell.

BarcelonaTenga el recorrido que tenga la nueva ofensiva judicial contra la inmersión lingüística en las aulas, la estocada sí que ha puesto (más) alerta a la comunidad educativa, todavía removida por el informe del Govern que recogía datos como que solo el 46,8% de los profesores utilizan "siempre" o "casi siempre" el catalán en clase. Ahora el Tribunal Supremo no admite el recurso de Educación contra la sentencia que obliga a imponer un 25% de castellano en las aulas y, a pesar de que el conseller ya ha pedido a los centros que hagan caso omiso y ha dado por hecho que la norma no se aplicará, entidades como la asociación de mestres Rosa Sensat o la Fundació Bofill piden tomar nota de la amenaza y reforzar el papel del catalán en la escuela.

"No podemos dejar de trabajar por el catalán, haya la ley que haya", defiende la presidenta de Rosa Sensat, Francina Martí, que remarca que Catalunya no puede renunciar al catalán como lengua vehicular en las aulas porque para muchos niños este es el único lugar en donde conviven con el idioma y, por lo tanto, limitarles esto sería atentar contra sus derechos. "El catalán en la escuela es una herramienta de cohesión social y ahora ya está en retroceso", defiende, y apela a la "responsabilidad" de los maestros para continuar trabajando para que el catalán sea lengua "común, utilizada y estimada". Y esto último, defiende, pasa por no enseñarlo como una imposición. Martí se dirige, también, a la administración para que haga cumplir la legalidad y garantice el papel vehicular del catalán.

También Ismael Palacín, de la Fundació Bofill, defiende la necesidad de ir más allá de lo que entendemos como modelo de inmersión, que ahora, dice, no se está aplicando y queda solo como un marco teórico: "Nos tenemos que poner las pilas en la línea contraria de lo que recoge la última sentencia". Defiende que aunque este golpe judicial no acabe teniendo consecuencias, vendrán más, y que, por lo tanto, hay que reforzar el catalán en el aula: "Es una aberración que desde los tribunales se quiera imponer un determinado número de horas para una materia –el castellano– y no se juzguen las competencias que acaban logrando los alumnos, que es lo que tendría que contar". La fundación refuerza sus argumentos con los datos recogidos en un estudio de Somescola que mostraban que los alumnos catalanes se situaban en la media española de competencias en lengua castellana si se miraban las pruebas de primaria y de segundo de ESO.

Por su parte, la UGT ha arreciado su "compromiso de lucha" por la defensa de la inmersión lingüística vigente y, en un comunicado, reclama que se "garantice la continuidad" de un modelo que ha demostrado su eficacia y "asegura la igualdad de oportunidades para todo el alumnado". Y Ustec ha hecho un llamamiento a desobedecer la decisión del Supremo. La portavoz del sindicato, Iolanda Segura, ha rechazado en declaraciones a la ACN que se quiera imponer un modelo de escuela "a golpe de sentencia".

Como respuesta a la decisión judicial, el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha convocado paradas de clases en los institutos este viernes a la vez que hace un llamamiento a desobedecerla y a no normalizar los "ataques" a la escuela pública catalana. "Sin catalán, no hay escuela", defiende la organización.

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