¿Por qué las calabazas ayudan más que las zanahorias a tener mejor visión?
La cocción es la que ayuda a hacer más biodisponible el contenido en betacaroteno, que se transforma en vitamina A en el organismo
Las calabazas comparten color con las zanahorias, pero los beneficios que aportan al organismo unas y otras cambian. El color naranja es uno de los indicadores de los betacarotenos que contienen, que se transforman en vitamina A, que juega un papel capital en el crecimiento y desarrollo y mantenimiento del sistema inmunitario y también para la buena visión.
Ahora bien, las calabazas contienen menos cantidad, concretamente en cada 100 gramos hay 34 microgramos, mientras que en las zanahorias la proporción de betacarotenos es de 1.346 microgramos, según cifras de la Base de Datos de Composición de los Alimentos. Pero, por el contrario, se absorbe en más proporción, de forma que si la tradición ha asegurado que las zanahorias son las aliadas de la buena visión, la realidad es que juegan un papel más importante las calabazas.
Otras propiedades de las calabazas destacables son el potasio (304 mg), que ayuda a "mantener unos buenos niveles de tensión arterial y venosa y, por lo tanto, a reducir el riesgo cardiovascular", como afirma la nutricionista Anna Costa.
A la hora de comerlas, es recomendable que se cuezan bien porque así serán más digeribles. "La cocción ayuda a ablandar la fibra, a romper células vegetales y a extraer y hacer más biodisponible el contenido en betacaroteno", dice Costa, que añade que de entre todas las cocciones es preferible optar por el ahogado, el vapor y el horno en vez del cocido. "Y comerla con alimentos grasientos, como aceite de oliva virgen extra, pipas, aceite de coco, huevos, entre otros", concluye.