Patrimonio marítimo

El castillo que los propios ocupantes hicieron saltar por los aires

El castillo de la Trinitat (Roses) fue volado con explosivos por los españoles e ingleses ocupantes en 1808, para que, no viendo otra alternativa, el enemigo, los franceses, no lo ocuparan. Lo que queda, reconstruido recientemente, es visitable

El castillo de la Trinidad en Roses
30/08/2023
4 min

Me he apuntado a una visita guiada al castillo de la Trinitat (lo que queda del castillo: apenas algunos de los muros principales, algunas estancias...). Durante la visita nos sorprende un miembro del grupo diciéndonos que es descendiente de Lord Cochrane. Precisamente tenemos a la vista, en la entrada principal del castillo, la estatua, a tamaño real, de este mítico capitán escocés, que inspiró a uno de los personajes de la película Master and commander. Lord Cochrane (1775-1860) fue líder de las tropas inglesas, y también de las españolas, cuando en 1808 dirigió la defensa de este castillo contra las tropas de Napoleón. En esta estatua tiene una largavista y una espada. Y un bicornio como sombrero.

Quizás sí que nuestro visitante tiene una retirada con Cochrane, pienso, y eso que han pasado quizás ocho o diez generaciones aproximadamente entre el militar y él. El descendiente es pelirrojo, no muy alto, delgado y lleva una gorra –las tres primeras se pueden heredar, la última seguro que no.

"Cada año viene al castillo de la Trinitat algún descendiente de Cochrane. Algunos viajan expresamente para venir a ver el castillo y otras ubicaciones de su antepasado en España. Recuerdo a una mujer que estaba hasta el gorro de oír la historia de Lord Cochrane, mientras su marido mostraba un gran interés", comenta Sònia Margall, de nuestra guía, de la empresa EducArt.

"¿Y por qué se derribó el castillo?", pregunta uno de los visitantes a Sònia. "En la Guerra del Francés, quienes lo defendían opusieron toda la resistencia que pudieron. El gobernador del castillo estaba herido y tenían que evacuarlo. Viendo que ya lo tenían todo perdido, tenían varias alternativas: rendirse, huir... o la tercera, huir pero habiendo derribado el castillo, para que el enemigo –los franceses–, aunque ganara el enfrentamiento, nunca pudiera utilizarlo para defenderse y hacerse fuerte dentro. A regañadientes, eligieron esta última opción", explica Sonia. Parece ser que fue el carismático Lord Cochrane quien tomó la decisión.

"La voladura del castillo de la Trinitat se llevbó a cabo el 5 de diciembre de 1808 de madrugada. La Ciutadella de Roses ja había sido tomada después de un mes de asedio napoleónico. Los marineros que había traído Thomas Alexander Cochrane en barco se embarcaron y los soldados que protegían el castillo pudieron escapar por las montañas (aunque alguno acabó encarcelado por los franceses)", comenta Sònia.

Ahora estamos ahora en la terraza, desde donde hay una excelente vista de la bahía de Roses, con l'Escala y el Montgrí al fondo. Tenemos a nuestros pies el faro de Roses. Se dice que ejerció la primera faronera de España, en 1930.

A continuación entramos en las dependencias del gobernador, que era la máxima autoridad militar del fuerte. Eran austeras, pero tenían una letrina para él (que se ha conservado) y una ventana. Mirando por esta ventana veo la profundidad del muro. Hará dos metros!

"Aquí es donde dormían", nos dice Sònia. Es una sala bastante grande, y poco luminosa (el castillo tiene pocas aperturas). Todo esto ha cambiado un poco con la restauración, hecha en la primera década del siglo XXI, porque este dormitorio era más pequeño y aún tenía menos luz. Ésta es la explicación: la reconstrucción de la fortificación se hizo con muros de hormigón de una anchura menor que la de los originales.

"¿Cuántos soldados había?", pregunta en inglés el descendiente de Cochrane a Sònia. "Unos 150. Pero esta cifra podía llegar a doblarse en época de guerra", añade Sonia. "Muchos soldados no eran de la zona. Los requisitos de contratación de soldados para reforzar esta guarnición de Roses explicitaba que mejor que no fueran de la misma región, ya que los locales preferían esconderse por los lazos que tenían y desertaban con facilidad" .

Pasamos junto a lo que fue la cisterna del castillo –me parece bastante grande– y llegamos al horno, que se ha conservado en parte. "La alimentación era más bien pobre y no estaba muy bien repartida, ya que se comía oficialmente dos veces al día: comida y cena", nos cuenta Sonia. "Pan, patatas, carne salada, legumbres y caldos o guisos. Viendo que los soldados estaban hambrientos y no resistirían las batallas, se decidió repartir la ración diaria en tres comidas. La cantidad era la misma, la única diferencia es que en lugar de dos comidas la repartían en tres. El domingo se añadía un extra: un café con leche, con 15 gramos de azúcar, para desayunar", explica Sònia. Y añade: "Extraoficialmente se comía más, ya que cuando los soldados cobraban la paga se la gastaban en comer, beber, mujeres, apuestas..."

Este es un castillo modélico en cuanto a la gran cantidad de obstáculos que dificultaban la entrada del enemigo: hay revellín, puertas estrechas, pasillo en zigzag, aspilleras, troneras, puente levadizo –que cubría un foso de un par de metros–... Pero había una desventaja para los defensores: al ser una zona de roca dura y arena era muy difícil hacer vías subterráneas de escapatoria. No se hizo ninguna ¿Contribuyó esto a decidir volar el castillo cuando ya se veían acorralados?

CONSTRUIDO Y RESTAURADO EN EL MISMO TIEMPO. El castillo de la Trinitat se construyó entre los años 1544 y 1552, y se restauré entre 2002 y 2010. El mismo tiempo para hacerlo que para restaurarlo.

CON DINERO DE LA CIUTADELLA. Fue el primero en Cataluña exclusivamente pensado como plataforma artillera. Y para ello se sacó una parte del presupuesto de la construcción de la Ciutadella de Roses, que se estaba levantando en aquellos tiempos.

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