Catalunya, más cotorras y menos gorriones

Los pájaros exóticos y los que habitan los bosques han ganado peso en los últimos 40 años en detrimento de los habituales en los terrenos agrícolas

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Un ejemplar de verdugo, un pájaro en regresión por el crecimiento de la agricultura intensiva

BarcelonaEl alboroto de las cotorras ya no es extraño ni suena exótico en las áreas más pobladas de Catalunya, si bien hace 40 años eran una anécdota en medio de los habituales gorriones o los verdecillos. La lista de aves recién llegadas en las últimas décadas es bastante larga –son 17– y las exóticas han tenido mucho que ver con ello porque suman la mitad de las novedades que ha detectado el tercer Atlas de los pájaros nidificados en Catalunya, un proyecto liderado por el Institut Català d'Ornitologia (ICO), que es la fotografía más exhaustiva que nunca se ha tenido sobre los pájaros que pueblan Catalunya. A la vista de los números generales, las cosas no les han ido mal a las aves: se calcula que entre 8 y 12 millones de parejas de pájaros crian cada año y las 233 especies que se pueden encontrar en algún rincón del país son una representación muy amplia (39%) de todas las que habitan Europa.

Pero si la comparativa con hace cuatro décadas –cuando se hizo el atlas por primera vez– es claramente positiva, el diagnóstico empieza a tener más claroscuros cuando se mira la evolución con el anterior recuento de hace 20 años. "En las primeras décadas de este siglo ya se detectan síntomas de que las cosas no van tan bien y que la cosa se estanca", advierte el director general del atlas, Sergi Herrando, que es investigador del ICO, el CREAF y el European Bird Census Council (EBCC). Algunas especies autóctonas claramente mayoritarias todavía, como el gorrión común o el verdecillo, están en clara regresión, un dato que "da pistas sobre hasta qué punto los sistemas naturales están presionados por toda la presencia humana", apunta el experto, que añade que más de un centenar de las especies que habitan Catalunya tienen una población que ya se considera "escasa" porque no llega a las 2.000 parejas reproductoras. "No ha habido ninguna extinción clara, pero tenemos algunas aguantándose por los pelos, están en la UCI extrema y seguramente se acabarán extinguiendo", vaticina Herrando.

La tercera edición del atlas permite empezar a dibujar tendencias y los pájaros ofrecen "una radiografía muy clara" de lo que ha pasado en el paisaje del país en los últimos 40 años. El abandono del mundo rural en muchas áreas y la expansión de los bosques han sido tanto un reclamo para determinadas especies –incluso algunas venidas de otras partes de Europa– como una condena para las que vivían a los márgenes de las zonas agrícolas, cada vez más difíciles de encontrar. Si la ganancia de zona boscosa ha sido ideal para el petirrojo, el pinzón o el oriol, otros como la tórtola han ido sufriendo el arrinconamiento, especialmente en áreas más de montaña donde hace décadas se cultivaba o había pastos. Además, la agricultura cada vez más intensiva en las llanuras, con grandes monocultivos, el uso de pesticidas y la eliminación de los márgenes entre campos también está condenando al declive al verdugo o al sisón.

Recopilación de las especies exóticas que viven en Catalunya

Entre las especies que están en la UCI destaca, por extremo, el caso del alcaudón, un pájaro que ahora se cria en cautividad y del cual la población resiste con penas y trabajos. "Ha habido años en los que no ha nacido ninguna cría y aquí es el único lugar de la península en donde todavía existen", explica Herrando de este pájaro propio de ambientes agrícolas extensivos.

Los efectos del cambio climático

El análisis por zonas ha descubierto datos curiosos, como por ejemplo que la Cerdanya es la comarca con más pájaros, o que en la mitad norte del país en general habitan más pájaros que en la mitad sur. Lo que no se ha detectado, de momento, es ningún desplazamiento generalizado de las especies hacia el norte buscando, por ejemplo, temperaturas más frescas, que pueda atribuirse al calentamiento planetario que ya empieza a marcar las curvas meteorológicas. Pero que la media no lo muestre no quiere decir que no esté pasando con algunas especies, advierte el director del atlas. Se ha detectado que la tarabilla desaparece de las zonas mediterráneas y se va concentrando en las pirenaicas y el cuco se ha desplazado "montaña arriba" de manera bastante clara, enumera Herrando.

En el Delta de l'Ebre, uno de los puntos más vulnerables ante la crisis climática, algunas especies también afrontan amenazas claras. Si hace 20 años la mayor parte de la población mundial de gaviota de Audouin se concentraba en esta zona, ahora se pueden encontrar muy pocos ejemplares y el resto está disperso por otros puntos de Catalunya. La situación se explica por la pérdida de superficie del delta –efecto de la crisis climática y también de la carencia de sedimentos que llegan– así como por la entrada de depredadores terrestres, subraya el experto. También está el caso de la garceta, propia de espacios húmedos que sufre un declive desde 2006 por la gestión que se está haciendo para parar al caracol manzana.

La información que recopila el atlas, fruto de cuatro años de trabajo de 1.200 ornitólogos peinando el territorio, es solo "una puerta a investigar", según Herrando. El nivel de conocimiento al que permite llegar, insiste, no existe en ningún otro grupo biológico: "Con este punto de partida, confío en que se pueda ir construyendo el puzle de la biodiversidad, identificar qué tenemos, cómo está cambiando y cómo conservarlo". "El libro nos sirve para entender mejor las presiones ambientales que afectan a nuestros pájaros y, por extensión, a nuestros ecosistemas, y poderlas corregir como administración pública", añade el director de Políticas Ambientales y Medio Natural de la Generalitat, Antoni Ferran. Por ejemplo, una de las sorpresas del trabajo ha sido descubrir en la Cerdanya un "punto caliente" de biodiversidad, tal como pasa en otros fondos de valles.

El Govern se propone replicar el método y, a partir del año que viene, poner en marcha el primer atlas de mamíferos de Catalunya, un proyecto que también quiere contar con la participación ciudadana de todos los naturalistas para que sea tan exhaustivo como lo ha podido ser el de los pájaros.

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