Evolución

Los chimpancés conversan entre ellos casi cómo lo hacemos las personas

Estos primates no sólo se comunican con su conducta, sino que también utilizan vocalizaciones y gesticulaciones para expresar significados específicos

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A través de gestos pueden comunicar significados como “parate”, “rascame”, “sígueme”, “ayúdame”, “perdona”, “no pasa nada”, “ahora me toca a mí” o “dame comer”, entre otros muchos.

Una de las frases célebres del primatólogo catalán Jordi Sabater i Pi, pionero en el estudio del comportamiento de los chimpancés en libertad en su hábitat natural, dice que "los chimpancés nos hablan con su comportamiento; basta con saber observarlos y escucharlos" los". Hace tiempo que se sabe que los chimpancés no sólo se comunican con su conducta, sino que también utilizan vocalizaciones y gesticulaciones para expresar significados específicos. Se ha demostrado, por ejemplo, que utilizan chillidos y gruñidos para indicar cuándo una fruta es dulce o amarga; para avisarse de posibles peligros, como la presencia de un felino, una serpiente o un pájaro de presa; o para transmitir enfado o simpatía, entre otros aspectos. Sin embargo, no encadenan estos gritos por formar frases, como hacemos nosotros, y su significado es siempre literal, no metafórico.

Aunque también se comunican entre ellos de forma expresa, hasta hace poco no se sabía hasta qué punto podían mantener conversaciones. Hace un par de años, en 2022, un equipo de científicos y naturalistas franceses, suizos, alemanes e marfileños publicaron un trabajo en Comunications Biology donde describían que los chimpancés del Parque Nacional de Taï, en Costa de Marfil, eran capaces de mantener charlas entre ellos utilizando chillidos y gruñidos, pero que se limitaban a dos o tres interacciones consecutivas. Grabaron 4.826 comunicaciones vocales entre 46 individuos adultos y vieron que, en muchas ocasiones, cuando un chimpancé se comunicaba oralmente su interlocutor le respondía con otra vocalización y, en ocasiones, el primer chimpancé volvía a responder. Dicho de otra forma, mantenían pequeñas conversaciones con dos o tres interacciones sucesivas como máximo.

A menudo sus vocalizaciones van acompañadas de gestos. Y mucho más a menudo, simplemente gesticulan. Hay que tener presente que la morfología de la laringe de los chimpancés sólo les permite generar una gama restringida de sonidos. Y si los chimpancés fueran capaces de mantener conversaciones aún más largas y complejas simplemente gesticulante? Ésta es la pregunta que se plantearon la neuropsicóloga israelí Gal Badihi y sus colaboradores, de diversas universidades y centros de investigación estadounidenses, británicos, alemanes y suizos. Según acaban de publicar en Current Biology, los chimpancés pueden mantener conversaciones largas entre varios individuos gesticulando, casi como hacemos las personas. Mantienen el turno de palabra y también se interrumpen, casi a igual velocidad que nosotros. A través de los gestos comunican significados, como por ejemplo “parate”, “rascame”, “sígueme”, “ayúdame”, “perdona”, “no pasa nada”, “ahora me toca a mí ” o “dame comer”, entre otros muchos. Y, además, muestran pequeñas diferencias culturales entre comunidades, como ya había avanzado Jordi Sabater i Pi, lo que indica que en su capacidad comunicativa no sólo existen componentes instintivos, sino también de aprendizaje social.

Elementos de comunicación comunes

En este trabajo, los investigadores analizaron unas 8.500 gesticulaciones que grabaron de 252 chimpancés en libertad en su hábitat natural, en cinco comunidades distintas del este de África. El 83% de las interacciones comunicativas se limitaban a dos individuos, donde uno expresaba algo con un gesto específico y el otro le respondía. Sin embargo, el otro 17% eran más largas, con intercambios consecutivos de gestos y en los que en ocasiones participaban varios individuos.

Observaron, por un lado, que el tiempo que tardan los chimpancés en responder es muy parecido al de las personas. De media, en una conversación humana tardamos unos 200 ms (doscientas milésimas de segundo) en responder, y los chimpancés necesitan entre 500 y 1.500 ms. Aunque sean un poco más lentos, se mueven en una escala muy parecida a la humana. Además, a través de los gestos pueden mantener charlas de hasta siete interacciones consecutivas, no sólo dos o tres como hacen a través de chillidos y gruños, en las que se intercambian informaciones, por ejemplo sobre la comida, negocian para llegar a acuerdos cuando se pelean y hacer las paces; o se dan pequeñas instrucciones, como sobre qué parte del cuerpo quieren que un compañero o compañera les rasque. Normalmente, además, mantienen el turno de palabra, pero cuando no están de acuerdo también se interrumpen, como hacemos las personas.

Badihi y sus colaboradores sugieren que los humanos y los chimpancés compartimos algunos elementos de comunicación social básicos, que forman parte de nuestro linaje. Hay que tener presente que con los chimpancés actuales compartimos el 98% del genoma y que evolutivamente divergimos a partir de un antepasado común que vivió hace sólo 7 millones de años. Como nosotros, presentan diferencias culturales fruto de aprendizaje social y compartimos algunos gestos como alargar el brazo con la mano tendida y la palma hacia arriba para pedir comida. Así es como lo hacen los chimpancés y también los niños de forma instintiva. Y, como dicen los autores del trabajo de forma explícita, es el mismo gesto que hacemos cuando pedimos limosna o en las ceremonias religiosas, cuando suplicamos algo a nuestras divinidades.

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