Cuenta atrás para el cierre de las centrales nucleares
El gobierno español prevé que Ascó I deje de producir en 2030, Ascó II en 2032 y Vandellòs II en 2035


Vandellòs y Hospitalet de l'Infant / AscóA finales de 2035 ninguno de los siete reactores del parque nuclear español estará en funcionamiento. Esto es lo que prevé el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). La primera de las centrales nucleares catalanas que dejará de producir energía eléctrica será Ascó I en el 2030, la seguirá Ascó II en el 2032 y finalmente Vandellòs II, en el 2035. Antes, sin embargo, cerrará Almaraz I en el 2027, y este sábado pasado la localidad extremeña vivió una masiva manifestación en contra del cierre, con la participación, según la Guardia Civil, de unas 7.000 personas. El escenario postnuclear genera muchas dudas e incertidumbres pero también oportunidades.
¿Se puede retrasar la fecha de cierre?
La primera pregunta que podemos hacer es si el calendario definitivo de cierre de las nucleares españolas es inamovible. En el tradicional desayuno de prensa de la Asociación Nuclear Ascó Vandellòs (ANAV) el pasado mes de noviembre, su director general, Paulo Domingues, mantenía inalterable el discurso de los últimos años: están listos para mantener la producción y los estándares de seguridad hasta en la fecha de cierre de las plantas marcada por el PNIEC, pero no quieren entrar en el debate del alargamiento de la vida útil de los reactores.
En cambio, desde el Foro de la Industria Nuclear Española, que reúne a empresas y organizaciones del sector, ya hace años que se insiste en que es necesario retrasar la fecha de cierre de las centrales. Su presidente, Ignacio Araluce, explica que plantas de Estados Unidos similares a las que están en funcionamiento actualmente en el Estado han alargado su vida útil entre 60 y 80 años. Esto significaría situarse entre los años 2042 y 2067 en cuanto a los reactores nucleares de Cataluña. Iraluce considera que las previsiones del PNIEC para 2035 no se cumplirán, sobre todo en lo que se refiere a la tecnología para el almacenamiento de la energía generada por las fuentes renovables, y que habrá que recurrir al gas y generar más CO2, cosa que con la nuclear no ocurre.
Iraluce reconoce que el actual gobierno rechaza totalmente este alargamiento de la operatividad de las centrales nucleares. Pero, ¿y si hay un cambio en la Moncloa? Pues las cosas podrían cambiar si tenemos en cuenta lo que afirmó el coordinador de la ponencia parlamentaria de relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear, el popular Guillermo Mariscal, el pasado mes de noviembre en una visita de diputados del PP al complejo nuclear de Ascó: "Con el PP en el Govern, Ascó no se cierra". Mariscal destacó que el PP es garantía de que "seguirán denunciando y planteando el no cierre de esta central en ningún caso, porque supondría acabar con la competitividad económica de Catalunya".
La alcaldesa de Vandellós y L'Hospitalet de l'Infant, Assumpció Castellví, explica que desde el Ayuntamiento llevan años trabajando en un escenario de futuro sin la central nuclear de Vandellós II, pero que "plantarán batalla para alargar la vida de la planta y pone como ejemplo la reunión de hace unos meses en el Congreso con diputados del PP y el PSOE. Castellví recuerda que en varios países europeos se están construyendo nuevos reactores nucleares, y que prescindir en el Estado de esta fuente de energía podría producir problemas de suministro en momentos de puntas de consumo. Y apunta que la energía de origen nuclear representa el 60% del consumo eléctrico en Catalunya. Su homólogo de Ascó, Miquel Àngel Ribes, afirma que también desde su consistorio están trabajando para retrasar el cierre de los dos reactores nucleares del municipio, recuerda que técnicamente es posible y que el calendario de cierre es una decisión política: "No lo dice el Consejo de Seguridad Nuclear sino el gobierno, y en Europa cada vez hay más países que apuestan por alargar la vida de las centrales y construir nuevas. la manifestación de Almaraz de este fin de semana se han visto a políticos socialistas".
¿Son viables económicamente las centrales?
Tecnológicamente las plantas nucleares están preparadas para operar más allá de lo que marca el PNIEC, pero desde hace unos meses ha surgido un importante obstáculo para esta continuidad. En el encuentro informativo de noviembre, Domingues (ANAV) avisó de que el aumento de la carga impositiva en las empresas propietarias de las centrales, combinado con los bajos precios de la electricidad desde hace unos meses, está complicando la viabilidad de las plantas. Desde Foro Nuclear, Araluce afirma que "la continuidad de la operación de las centrales nucleares españolas deberá estar unida a la reducción de la desproporcionada carga fiscal que soportan, que se ha incrementado más de un 70% en los últimos cinco años y ha alcanzado niveles económicamente insostenibles".
Araluce recuerda que durante el 2024 las plantas de Almaraz II y Cofrentes dejaron de producir electricidad durante un tiempo, pese a estar plenamente operativas, porque "no les compensaba". Es posible que durante 2025 se vuelvan a producir situaciones similares.
¿Puede haber problemas de suministro?
El primer efecto del cierre de las plantas nucleares es que el mix energético catalán y español perderá esta fuente, de forma paulatina. El doctor en Geografía de la URV Sergi Saladié, especializado en planificación territorial, transición energética y energías renovables, señala que en el sistema eléctrico español, contando todas las fuentes, existe un total de potencia instalada en torno a los 130.000 Mw, que el máximo histórico de consumo fue en 2007 con 45.000 Mw y que las nucleares representan 8.000 Mw. Por tanto, considera que el apagón nuclear no representaría un problema en el sistema eléctrico español y catalán y recuerda que en algunos momentos que han coincidido recargas de plantas con paros no programados de otros no se ha producido ningún problema de suministro. Ni Foro Nuclear ni los alcaldes lo ven tan claro, y recuerdan que en momentos me han coincidido reactores parados y en recarga al mismo tiempo el mercado eléctrico ha sufrido.
Un futuro sin nucleares
¿Qué impacto económico y social tendrá el cierre de las tres centrales nucleares ubicadas en las comarcas del sur de Cataluña? "Una nuclear es una gran planta de producción y genera un choque muy positivo en el territorio donde está. Las tres plantas sumadas tienen 2.000 trabajadores entre los propios y los de empresas colaboradoras, además de los cientos de empleados en las recargas ", afirma la catedrática de Economía de la URV Maria Llop, que ha dirigido un estudio sobre el impacto económico de las tres centrales nucleares de ANAV y también del desmantelamiento de Vandellòs I en 1989 y de Ascó I y II, previsto para 2030 y 2032.
Llop señala que la actividad de las centrales nucleares provoca efectos positivos en el territorio donde están ubicadas, ya que contratan varios servicios en empresas locales y pagan impuestos muy elevados en los Ayuntamientos. Una de las cifras que apunta el estudio es que "por cada euro de gasto de ANAV se crean 4,1 euros en la economía catalana, y en las comarcas de Tarragona, 3,3 euros". La catedrática avisa de que el cierre de las plantas tendrá un impacto negativo en el territorio, pero será muy progresivo, ya que los tres reactores cerrarán con cinco años de diferencia y el desmantelamiento durará años y generará muchos puestos de trabajo. "No será como si cierra una planta de producción de coches como Nissan. Habrá despidos y prejubilaciones y algunos trabajadores se podrán ir recolocando en las centrales que no hayan cerrado y también en las operaciones de desmantelamiento, como vimos con Vandellòs I", advierte
"Dentro de 20 o 25 años veremos un escenario diferente en las zonas donde ahora hay centrales nucleares y dependerá de si existe un revulsivo económico", afirma Llop, que apunta la posibilidad de la central hidroeléctrica reversible proyectada en la localidad cercana de La Fatarella, en la Terra Alta, y que podría generar hasta 8.000 empleos.
Por su parte, Saladié señala que el mayor impacto del cierre de las centrales nucleares afectará a los ayuntamientos de los municipios donde están ubicadas, ya que dejarán de ingresar una cantidad de impuestos muy elevada –IAE e IBI, principalmente – que les ha permitido contar con infraestructuras y equipamientos que no se encuentren en municipios de su tamaño. Por eso, recomienda a los consistorios trabajar con previsión para afrontar este escenario postnuclear. En el ámbito laboral, Saladié no considera que el impacto sea muy importante: "Los directivos y técnicos con sueldos más elevados residen fuera de los municipios. El 60% de ANAV son actualmente trabajadores subcontratados y tienen salarios de los que están en plantilla" .
Los Ayuntamientos se preparan
El pasado viernes, el Ayuntamiento de Vandellòs y L'Hospitalet del Infant recibió un ingreso de 1,8 millones de euros correspondientes al segundo pago de los fondos de transición nuclear del 2023. La alcaldesa explica que este dinero servirá para al desarrollo económico del municipio cuando la central ya no esté operativa, y una parte importante se destinan a ayudas a pymes locales, a la contratación de un ingeniero para asesorarlas oa la instalación de placas fotovoltaicas.
El Ayuntamiento de Ascó, por su parte, está pendiente de recibir unos dos millones de euros del fondo de transición nuclear entre estos meses de febrero y marzo, que irán destinados básicamente a crear las condiciones para que nuevas empresas sean instalen en el municipio; por ejemplo, se construirán nuevas naves en el polígono industrial. "Debemos velar por la diversificación económica de nuestro territorio, que en las últimas décadas ha tenido un monocultivo. Y en esta transición debe tener un papel muy importante el sector privado", afirma el alcalde, que avanza que el dinero del fondo de 2024 los destinarán a ayudas a empresas locales.
Y los residuos quedan
La fisión nuclear genera residuos y su radioactividad dura cientos de miles de años. Por eso es necesario que estén almacenados en un emplazamiento seguro. alta actividad del parque nuclear español, se ha optado por el almacenamiento en las mismas centrales. Por tanto, los reactores dejarán de producir y allí quedarán los residuos. éste es el argumento que da el físico y profesor emérito de la URV Francesc Díaz, que considera que "no sabemos cómo tratar estos residuos, que deberán almacenarse muchos años". pero avisa de que es necesaria todavía "mucha pedagogía" para que la sociedad acepte la instalación de parques fotovoltaicos y eólicos como se está haciendo en otros países. emérito señala que es vital este cambio de mentalidad para que el sur de Cataluña no pierda en un futuro cercano su papel de productor de energía, en este caso sostenible, y pueda mantener los puestos de trabajo y la riqueza que actualmente genera. ~ Sobre los residuos también se pronuncia la alcaldesa Castellví: "Los residuos nucleares se quedarán durante muchos años en el municipio, en unos terrenos que serán propiedad de Enresa, y no crearán puestos de trabajo ni generarán ingresos". La solución del almacenamiento geológico profundo todavía parece lejos.