El moho tóxico persigue a Brad Pitt hasta los tribunales
Unas casas solidarias que mandó construir hace casi 20 años por víctimas del 'Katrina' se han convertido en la nueva pesadilla del actor, justo ahora que había firmado la paz con Angelina Jolie


BarcelonaParece broma, pero no lo es. El moho tóxico que apareció en las casas que la ONG de Brad Pitt construyó en Nueva Orleans tras el huracán Katrina llevará al actor a los tribunales. Pese a que el exmarido de Angelina Jolie ha hecho de todo para entregarse, esta semana hemos sabido que esto no le será posible y que le tocará testificar en una causa en la que los demandantes le reclaman a él ya su entidad solidaria más de 20 millones de dólares por los efectos de salud adversos que les han producido estas casas. de todo el mundo en el 2006. Cuando empezó la polémica, parecía que todo quedaría completamente diluido por el paso del tiempo y por buenos abogados, pero como dijo Mateu Montsolís a su inolvidable hermana Eulalia en Nizaga de poder: "El pasado siempre vuelve, Eulalia".
En el humilde distrito de Lower Ninth Ward de Nueva Orleans, el actor construyó una promoción de 150 casas para dar cobijo a las personas que habían perdido el hogar en el 2005 por culpa del huracán Katrina, el desastre natural más costoso de la historia de EEUU y el quinto más mortífero del país estadounidense del que se tiene constancia. Entonces, la iniciativa de la ONG del actor fue muy aplaudida por los medios y por las autoridades. De hecho, durante aquella crisis, hay imágenes suyas con otros cargos políticos, en las que se paseaban por la zona y llegaban a acuerdos para levantar esta promoción de casas –tan mal construidas– a través de la fundación del actor, que se llamaba nada menos que Make it right (Hagámoslo bien). Qué cruel es el naming a veces...
Demanda colectiva
Les famílies que ho havien perdut tot amb l'huracà es van instal·lar a les seves noves llars i tot semblava estar en ordre fins que, el 2018, una família va presentar la primera demanda contra Pitt, al qual reclamaven que es fes càrrec de les reparacions que necessitava casa seva perquè hi desaparegués la "floridura tòxica i els alts nivells de CO₂" que hi havia, coses que suposadament els havien provocat problemes de salut. Poco pensaría entonces el protagonista deEl curioso caso de Benjamin Button que su problema con los afectados por el Katrina, lejos de envejecer y morir, le pasaría lo mismo que a él en la película y sólo haría que rejuvenecer y estar cada vez más vivo en la agenda mediática.
Por ahora, aquella primera demanda se ha convertido en una demanda colectiva en la que los afectados acusan a Pitt y su organización benéfica de fraude, incumplimiento de contrato y prácticas comerciales desleales por la construcción deficiente de unas casas que, en origen, se vendían como ecológicamente sostenibles. El conflicto no ha hecho más que escalar hasta llegar al tribunal federal y, a lo largo del camino, Pitt ha sufrido ya algunas derrotas. La más importante fue cuando un juzgado ordenó Make It Right la entrega de 100.000 documentos confidenciales, entre ellos registros financieros y correos internos.
Imprescindible para Hollywood
La otra gran derrota para el actor fue no haberse podido escapar de pasar por el juicio, lo que intentó por todas las vías. Sus abogados han llegado a argumentar que su apretada agenda cinematográfica le impedía participar en el juicio y que una ausencia laboral suya podría causar problemas financieros y logísticos en los estudios de Hollywood para los que trabaja. Como era de esperar, el intento no prosperó. Un juez rechazó su solicitud y tendrá que pasar por el banco del tribunal y por la pena del telediario.
Después de haber superado por fin la interminable guerra judicial contra su exmujer por el divorcio millonario que les enfrentaba –y haber empezado de nuevo con una nueva novia mucho más joven que él–, ahora le ha salido como una seta esa causa que muchos ya daban por muerta. Una vez más, Pitt pasará de héroe a demonio ante una opinión pública que –milagrosamente...– ya le perdonó las terribles acusaciones de violencia machista hechas por Jolie durante su traumático pleito de separación.
Poco debió pensarse Pitt el día que llevó a Frank Gehry a Nueva Orleans para ayudar a reconstruir la zona en la que la imagen del actor acabaría tan oscurecida. La comunidad de afectados le recibieron entonces como un salvador, pero pasados casi veinte años, se ha convertido en el culpable de todos sus males. Según Arch Daily, Pitt se gastó 24 millones de dólares en financiar las casas de las personas que ahora lo demandan por otros 20 millones. Será interesante escuchar su testimonio en el juicio para ver si se quería tomar una foto maravillosa a mitad de precio o si, realmente, a quien tomaron el pelo fue a él las personas que le vendieron un proyecto más tóxico para su imagen que el moho que ha salido en las casas.
Fracaso en la vida civil
Quien tampoco está de enhorabuena por su faceta solidaria es el príncipe Enrique, al que la vida dentro de la monarquía le iba mal pero al que cada día tenemos más claro que la vida fuera de palacio aún le va peor. El hijo del rey Carlos III abandonó la familia real británica para emprender junto a Meghan Markle una aventura altruista al margen de la Corona bajo el nombre de Sussex Royal, un nombre que pronto desapareció de todas partes porque desde palacio le dijeron que de royal él ya no tenía nada. Pese a ese primer fracaso, el hijo de Lady Di quiso seguir con algunas de sus iniciativas solidarias previas a pesar de que fuera como particular. Una de las elegidas fue la que le unió con el príncipe Seeiso de Lesoto para combatir el sida y el hambre infantiles en el sur de África, una causa que su madre puso bajo los focos del mundo entero y que él quería continuar.
Aquel proyecto que Enric quiso heredar se concretó en una fundación llamada Sentebale, que ahora es noticia por el revuelo que se ha formado dentro. La presidenta, Sophie Chandauka, ha hecho público que en este organismo benéfico impera el racismo, el acoso y la misoginia. Ante esta grave acusación, los miembros de la junta han dejado al organismo, que en estos momentos ha comunicado que vive una reestructuración. Enric, entre estos dos bandos, no ha elegido el de la presidenta y ha dimitido del ente públicamente vía comunicado en solidaridad con los miembros de la junta contrarios a Chandauka.
Evidentemente, este proyecto era altamente simbólico para el príncipe, ya que le permitía reflejarse con Diana de Gales. De hecho, junto con los juegos para veteranos y heridos de guerra Invictus, ésta era de las pocas iniciativas que le hacían estar de actualidad por algo que no sea hacer el clown para Netflix para poder seguir viviendo una vida de lujo ahora que ya no cobra de la Corona. Supongo que cuando se tiene poca costumbre de cuidar las cosas porque siempre ha habido alguien que se encarga de hacértelo todo, nada es susceptible de acabar saliendo bien. Ni los fichajes, ni la gestión diaria, ni finalmente cumplir los objetivos previstos... Una lástima sobre todo para los niños de esa región, que si es por Enric se quedarán como estaban. Salpicar el legado de Diana de Gales es como ensuciar el último rincón de magia que quedaba en la corona británica. Para acabar haciendo esto, más habría valido que se centrara al 100% en Netflix. Por lo menos el recuerdo de su madre se habría mantenido intacto.