Unas elecciones que tienen poco que ver con Castilla y León
BarcelonaLas elecciones que se celebran este domingo en Castilla y León poco tienen que ver con la realidad del territorio y mucho con los cálculos partidistas de Pablo Casado y del candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco. El primero ha situado estas elecciones como la primera piedra para construir su camino hacia la Moncloa (si la jugada sale bien en junio se podrían adelantar las andaluzas), mientras que el segundo sueña con repetir el éxito de Isabel Díaz Ayuso en Madrid y poder gobernar en solitario después de haber tenido que compartir ejecutivo con Ciudadanos. Sin embargo, las encuestas no garantizan una victoria estallante del PP, que lleva 35 años gobernando en la comunidad, y podría dejarlo completamente en manos de Vox. Esto supondría un grave problema para Casado, que debería decidir si abre la puerta a compartir gobierno con la extrema derecha, algo que hasta ahora no ha hecho y que insiste que no va a hacer.
Así pues, lo que debía ser un paseo militar se ha convertido en una guerra de nervios, porque la proliferación de candidaturas de la España vaciada, como Soria ¡Ya!, o el aumento de voto para los leonesistas de la UPL puede acabar dando la vuelta a la tortilla y desalojando a la derecha del gobierno. Si esto ocurriera, sería un auténtico desastre para Pablo Casado, que vería cuestionada su estrategia y su liderazgo, mientras que Díaz Ayuso saldrá reforzada pase lo que pase.
El caso es que estas elecciones se producen en una comunidad autónoma con muchos problemas, el principal de los cuales es la despoblación, sin que la campaña haya entrado a fondo a debatirlos, puesto que el foco se ha puesto más en cuestiones ideológicas y partidistas. El PP ha hecho campaña contra "el gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez", y los socialistas han bordado el espantajo de la extrema derecha. Pero ¿qué hay detrás de los distintos territorios que componen ese gran mosaico que es Castilla y León? Un territorio sin una identidad definida y con muchas realidades socioeconómicas distintas, desde el este industrial y rico hasta el oeste empobrecido por el cierre de las minas, pasando por provincias que forman parte del área de influencia de Madrid y sufren el efecto aspirador de la gran capital.
El ARA presenta hoy una serie de reportajes para explicar estas realidades, porque, más allá del debate político, se esconden problemáticas que son extrapolables y forman parte de la gran conversación global, como la gestión del territorio, las energías renovables, la importancia de la educación o los efectos nocivos del envejecimiento y del éxodo de las generaciones más formadas hacia territorios más prósperos, especialmente Madrid, que no deja de ganar riqueza y población mientras sus vecinos pierden.
