Entrar en un nuevo empleo con grupos enemistades: ¿cómo lo gestiono?

He llegado nueva a una empresa y en mi departamento hay capillitas, grupos que no se entienden entre ellos y que no se hablan. ¿Cómo lo afronto?

Bea, Barcelona

Podría decirte que te mantengas al margen y procures contribuir positivamente en este entorno, que observes y te comuniques de manera respetuosa, cosa que es cierta, y siempre debes empezar por aquí. Pero somos humanos, y por varios motivos es inevitable que te acabes posicionando, o si no lo haces tú, que los demás lo hagan por ti. Por tanto, acepta que esto pasará.

Sé consciente de que, voluntaria o involuntariamente, acabarás en una de estas capillas, elige el grupo que te dé más libertad de pensamiento y de acción. Si no, acabarás como todos ellos, movida por el miedo y ocultando a tu auténtico yo. Lo que no es adecuado por la alta probabilidad que tienes de desarrollar úlceras de estómago y angustia persistente.

La socióloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann desarrolló el concepto de “la espiral del silencio”. Según ella, las personas tenemos miedo a quedar aisladas socialmente, por eso constantemente observamos nuestro entorno para saber qué opiniones son populares y cuáles no. Cuando nuestra opinión diverge, callamos, y acabamos pensando que nuestras opiniones son más extrañas de lo que realmente son. Por tanto, elige el grupo que –por decirlo claro– te mire menos mal cuando des tu opinión. Cuidado, el movimiento clásico es ir al grupo que converja más con tus opiniones. No te estoy proponiendo esto. Lo que propongo es que busques el grupo más abierto y neutral, aquél en el que quizá darán un paso atrás ante ciertas opiniones, pero donde no habrá consecuencias graves ni te harán el vacío. El miedo es el ingrediente central de las capillitas, hablar de forma abierta y honesta hace que los grupos se tambaleen; busca el que se tambalee menos.

Por tanto, vete moviendo hacia el grupo más neutral para mantener la salud mental; estate atenta a cuando estás dejando de dar tus opiniones y, cuando te veas arrastrada por el miedo o la psicosis que caracteriza estos entornos, respira hondo y vuelve a ese objetivo.