La Fiscalía pide 196 años para la Manada de Castelldefels

BarcelonaLa Fiscalía ha pedido 196 años de cárcel en total para la Manada de Castelldefels: cinco hombres acusados ​​de agredir sexualmente a tres chicas y de difundir imágenes sexuales de al menos dos de las víctimas. Buscaban a las chicas por redes sociales, las "seleccionaban" y las invitaban al piso de uno de ellos. Todo ocurrió entre marzo y mayo del 2021, cuando los locales de ocio nocturno seguían cerrados por la pandemia de cóvid-19. Con esta excusa, las convencían de ir al piso como una fiesta y todas se presentaron voluntariamente, pero sin saber que la intención de los chicos era tener relaciones sexuales en grupo. Una vez en el piso con los cinco hombres, que entonces tenían entre 30 y 35 años, "se creaba un clima de sumisión que llegó a menguar e incluso anular la capacidad de reacción" de las chicas, que algunas veces también estaban muy afectadas por el alcohol que habían bebido en el mismo piso.

A los cinco acusados ​​se les atribuye un delito de pertenencia a grupo criminal por cometer delitos contra la indemnidad sexual, mientras que el resto de delitos varían dependiendo de cada acusado, según sean autores, coautores o cooperadores necesarios de las agresiones. De esta forma, el acusado que se expone a la pena más alta se enfrenta a una petición de 53 años de cárcel. Mientras la pena más leve que reclama la Fiscalía es de 28 años, que exige para dos de los procesados. Los otros dos investigados se enfrentan a penas de 42 y 45 años.

Un clima de sumisión

La primera chica conocía a uno de los acusados ​​desde hacía años y fue al piso porque la invitó. Allí bebió alcohol, pero al tomar medicación acabó en un estado "de embriaguez total". Los cinco la agredieron y ella entró en estado "en pánico": "Vi anulada su capacidad de reacción, al tiempo que escuchaba, por parte de los procesados, expresiones como 'no veas cómo aguanta por cómo está, eres una campeona'", dice el escrito de acusación de la Fiscalía, que ha avanzado La Vanguardia y ha consultado el ARA.

Otra chica llegó al piso a través de un acusado al que conoció por Instagram. El hombre se ganó su confianza y ella aceptó ir a una fiesta. Una vez en el piso, conoció a los demás acusados ​​y voluntariamente se besó con uno de ellos. Entonces, otros tres acusados ​​irrumpieron en la habitación y la agredieron sexualmente. En este caso, dice la fiscal, la chica fue incapaz de reaccionar no sólo por el alcohol que había tomado, sino también por el miedo a que le hicieran aún más daño.

La tercera víctima conoció a uno de los acusados ​​en Badoo (una web de citas) y la primera vez que quedaron fue en un hostal en el que, voluntariamente, hicieron un trío con otro acusado. Ahora bien, la chica se negó a que la grabaran y, sin embargo, lo hicieron y después enviaron el vídeo al resto de procesados. La chica también acudió a una de las fiestas que hacían en el piso y tuvo sexo consentido con uno de los chicos del hostal. Entonces dos acusados ​​entraron en la habitación y le dijeron a la chica que acudiera al comedor para sumarse a las relaciones. Ella se negó y la llevaron cogida de las manos y la agredieron entre todos de distintas formas, también con objetos.

"La veo capaz de denunciarme"

Todos los acusados ​​compartían un grupo de WhatsApp donde se mofaban de lo que habían hecho a las víctimas y decidían a cuáles querían convencer para la próxima vez. Los mensajes que se intercambiaban muestran que ellos mismos eran conscientes de lo que hacían: "Te pasaría el teléfono de una que es muy guarra y está bien, pero no me fío porque ésta sí que la veo capaz de denunciarme" . Para la acusación pública, este grupo "no era un simple canal de comunicación entre amigos", atribuyéndoles un delito de pertenencia a grupo criminal por cometer delitos contra la indemnidad sexual.

El caso empezó a investigarse en diciembre del 2021, cuando una mujer se presentó en la comisaría de los Mossos d'Esquadra denunciando que meses antes le habían violado en un domicilio de Castelldefels. Los investigadores pudieron identificar a varios sospechosos y los relacionaron con otras dos víctimas que habían sido agredidas sexualmente en el mismo piso. Tres fueron detenidos un año después y los otros dos se entregaron a la policía horas más tarde. La juez que les envió a prisión provisional constató que se trataba de un "grupo organizado" de "depredadores sexuales".