Barça

El gobierno español no quiere público en los estadios de fútbol

Da marcha atrás y asegura que "no ve aconsejable" abrir las puertas de los campos de fútbol a los seguidores una vez decaiga el estado de alarma

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El Camp Nou antes del Barça-Vila-real

BarcelonaLa alegría solo ha durado una semana. Después de abrir la puerta a la presencia de aficionados en los estadios de fútbol una vez se acabara el estado de alarma, el gobierno español la ha vuelto a cerrar y no prevé, a corto plazo, que las gradas se llenen ni totalmente ni parcialmente de seguidores. “No lo vemos aconsejable”, decía la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Un jarro de agua fría para la Liga y para los clubes que ya se habían hecho ilusiones de tener entre un 10 y un 25% de asistencia en los cuatro últimos partidos del curso. Si no hay un giro de guion, que a estas alturas parece imposible, los partidos seguirán a puerta cerrada hasta la temporada próxima.

En el fondo, la noticia no ha cogido desprevenidos a los clubes; tampoco al Barça. En las oficinas del Camp Nou se respiraba optimismo, ahora hace siete días, cuando el gobierno español veía factible abrir las puertas del fútbol y del baloncesto masculinos. En el club sacaron del cajón el protocolo diseñado para la reapertura que, como avanzaba el ARA , preveía acceder y salir del recinto por franjas horarias, tomar la temperatura al entrar, sentarse en grupos burbuja bajo la responsabilidad de los propios espectadores y renunciar a la localidad habitual para garantizar que se pueden mantener las distancias de seguridad. Todo estaba preparado, incluso, por si este sábado, en el duelo trascendental contra el Atlético de Madrid para el título, podían permitir el acceso de hasta 25.000 culés al estadio.

Las razones del gobierno español

Pero durante la semana pasada ya empezaron a circular informaciones y rumores de pasillo en el sentido contrario, sobre todo cuando el ministro de Deportes y Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, se mostró contrario “a corto plazo” y apelaba a los “criterios sanitarios” de la pandemia. Finalmente, Darias ha hundido cualquier esperanza. “En lo que queda hasta el final del campeonato no sería lo más aconsejable”, apuntaba la ministra de Sanidad, y alegaba que “el retorno no sería igual en todo el territorio español” porque “hay una variabilidad muy importante” entre las diferentes comunidades autónomas. Si bien la media en España es de 229 casos por cada cien mil habitantes, Darias justificaba que en algunos puntos la cifra se sitúa por debajo de 70 y en otros próximos a los 400 o por encima de 500.

El presidente del Barça, Joan Laporta, habló de este tema con el flamante presidente del CSD, José Manuel Franco, en la reunión que mantuvieron hace unas semanas en el Camp Nou, y ya le trasladó que el club lo tenía todo preparado para el regreso a los estadios. Pero, más allá de seguir trabajando en los protocolos de actuación, que ya se están aplicando en el Palau y en el estadio Johan Cruyff, la postura oficial de la entidad es que entiende las razones de Sanidad, a quien considera "responsable" de determinar cuándo y cómo se tiene que volver a los estadios, y considera que "hay que fijar unos criterios únicos para no generar agravios". Ahora bien, más allá de esta versión oficial, en los despachos nobles no se esconde cierta decepción por la negativa del gobierno. No es solo el hecho de ayudar al equipo a ganar, también sería recuperar, ni que fuera mínimamente, unos ingresos que representan en un año normal unos 300 millones de euros, contando abonados, venta de entradas y otros productos. "Siempre que habíamos trabajado para reabrir, había venido una nueva oleada de la pandemia y habíamos tenido que guardar la propuesta en el cajón. Pero ahora, que se acaba el estado de alarma, es evidente que no hay voluntad política", explica, muy crítico, un miembro destacado de la estructura azulgrana.

Tebas quiere abrir ya los campos

Aunque el estado de alarma se acabe el día 9 de mayo, el gobierno español y también el catalán tienen plenas competencias para regular la presencia de espectadores en un partido de fútbol. De hecho, este es el argumento al que se aferra la Liga para reclamar que abran las puertas de los estadios. “No puede ser que todos estén cerrados por el simple hecho de que en algún lugar hay muchos contagios”, decía Javier Tebas, presidente de la patronal de clubes, hace unos meses. Ayer, después de las declaraciones de la ministra de Salud, la Liga emitió un comunicado reafirmando esta tesis, en la que explicaba que la solicitud había sido “aprobada por unanimidad” por la comisión delegada de la competición, que “no afectaría a la integridad del torneo”, y convocó una “reunión urgente” con la liga profesional de baloncesto, la ACB, “que es la otra gran perjudicada por esta medida que consideramos discriminatoria e incoherente”.

Las imágenes del domingo, de los aficionados del Inter de Milán celebrando masivamente la consecución de su equipo del título liguero italiano, no ayudaron mucho a los clubes y reforzaron la tesis de los gobiernos de que el regreso de los aficionados a los estadios es prematuro. También algunos clubes, que juegan partidos a cara o cruz lejos de su estadio, se podrían ver perjudicados –a pesar de que la Liga lo niega–, mientras que el Real Madrid, que está terminando las obras del Bernabéu y mientras está jugando en el campo del filial, en Valdebebas, es uno de los que no tiene ningún tipo de prisa para abrir las puertas. Tocará esperar.

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