Ignasi Cusidó:“No nos obsesiona la productividad; el futuro de la industria es la flexibilidad”

director general de Lamp Lighting, especializada en sistemas de iluminación arquitectural

Marc Amat
2 min
Ignasi Cusidó:“No nos obsesiona la productividad; el futuro de la industria es la flexibilidad”

Su empresa nació en 1972 como un modesto negocio local y exporta ya cerca del 70% de la producción.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces. De hecho, la historia de Lamp Lighting es bastante anterior a 1972. En los años 50, mi abuelo abrió una tienda de material eléctrico en el centro de Terrassa, que heredaron mi padre y dos hermanos suyos. Sin embargo, al cabo de unos años decidieron cerrar el negocio. De todas formas, mi padre siguió vinculado al mundo de la electricidad trabajando como representante de un fabricante de Zaragoza. Cuando esta empresa también decidió bajar la persiana, se dio cuenta de que tenía una cartera de clientes que podía aprovechar y decidió fundar Lamp Lighting. En 2002 entré en el negocio. Hoy en día facturamos 27 millones de euros anuales y somos la empresa de iluminación arquitectural europea con mayor implantación en América del Sur.

Han nacido en Terrassa y se han hecho mayores. ¿Todavía siguen fabricándolo todo aquí?

Teníamos una pequeña unidad industrial en China que nos proveía parte del proceso de producción, pero hemos decidido cerrarla a finales de este año. La competitividad en el sector ha aumentado mucho en estos últimos años y los plazos de entrega deben ser muy breves. Estamos volviendo a nacionalizar a los proveedores.

¿Creen que es una tendencia global?

Sí. El sector evoluciona a una velocidad vertiginosa, ya las empresas que no tengan un elevado grado de adaptabilidad no les será fácil sobrevivir. Debemos crear industrias flexibles y, para ello, es necesario nacionalizar a los proveedores y eliminar tantos intermediarios como sea posible. En nuestro modelo de negocio, la proximidad es clave, por eso hemos optado por convertirnos en una empresa integrada: lo hacemos todo en un solo edificio. Fabricar los 2.000 productos de nuestro catálogo en Terrassa nos permite ganar en rapidez y flexibilidad, puesto que podemos adaptar cualquier producto a las necesidades específicas de cada cliente sin problemas. No nos obsesiona la productividad; el futuro de la industria pasa por la flexibilidad.

En tan sólo diez años han vivido dos episodios complicados: la crisis económica y el boom repentino de la tecnología led. ¿Cómo han salido adelante?

Las dos crisis llegaron a la vez. Sufrimos mucho. Con la crisis económica, la facturación de Lamp Lighting en el mercado español se desplomó casi un 70%. Por suerte, ya estábamos exportando un 30% de la producción –un porcentaje muy superior al de la competencia local– y rápidamente decidimos duplicar la inversión prevista para internacionalizarnos aún más. Las empresas que no lo hicieron se quedaron muy tocadas. Al mismo tiempo, la llegada de las leds hizo que tuviéramos que renovar a marchas forzadas todos nuestros miles de productos, con los costes que esto conllevaba: hace cinco años esta tecnología no existía, y ahora un 60% de nuestros diseños ya son de leds. Quien no se adaptó quedó fuera del mercado.

Tienen América del Sur como uno de los principales mercados.

Exacto. A raíz de la crisis en España optamos por abrir filiales en Chile, Colombia y México. Era un mercado que estaba en alza. De hecho, ahora estamos creando la iluminación de la nueva línea de metro de Santiago de Chile. Un 30% de nuestra facturación proviene de proyectos hechos a medida como éstos, debemos ser flexibles.

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