La impotencia de no poder salvarlos a todos, los obstáculos para saber quiénes eran
Las inundaciones causan decenas de víctimas mortales, como los seis ancianos de un geriátrico de Paiporta
ValenciaCada víctima mortal que los servicios de emergencias localizan en los municipios asolados por el temporal debe atravesar el Turia. Al otro lado del río la labor de los forenses es incesante: deben identificarlas para poder dar una respuesta a las decenas de familiares que esperan noticias desde hace casi tres días. Muchos de ellos todavía no se sabe quiénes son. Otros sí, como los seis ancianos que murieron en la residencia de Paiporta donde vivían. El testimonio de su tormento quedó grabado en vídeos. 45 minutos de angustia condensados en unas imágenes que muestran cómo los ancianos esperan que los trabajadores les salven la vida trasladándolos a los pisos de arriba del edificio.
Son momentos escalofriantes porque, minuto a minuto, un agua llena de barro y suciedad no para de subir y ya supera las ruedas de las sillas en las que casi todos los ancianos se encuentran. Se trata de una lucha cruel contra reloj protagonizada por unos empleados que publicaron los vídeos como grito de socorro que no obtuvo respuesta. Este trágico desenlace se ha saldado con seis víctimas mortales. Las escenas son especialmente dolorosas porque las protagonizan las personas más dependientes, aquellas que no pueden valerse por sí mismas aunque en el pasado hicieron posible lo que hoy somos. Es por eso que sus gritos de pánico estremecen especialmente y su sufrimiento es tan injusto.
Desamparados y sin tiempo para reaccionar, los trabajadores de un geriátrico de Paiporta tuvieron que subir solos el centenar de ancianos al primer piso. Pero al finalizaron un recuento y faltaban seis personas. En ese momento, la planta baja ya acumulaba más de metro y medio de agua. Ya era tarde y lo que presagiaban las imágenes se cumplió: Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta, confirmó la muerte de seis de los 115 ancianos que vivían en ese centro. Se trata del municipio más golpeado por la DANA con al menos 62 fallecidos, más de un tercio de los que compatibiliza el balance provisional de la catástrofe en la Comunidad Valenciana.
El ARA ha podido hablar con el familiar de una persona trabajadora, que solicita mantener el anonimato porque, según asegura, la empresa les ha amenazado con que, si informan de lo sucedido en los medios de comunicación, sufrirán represalias. Los reproches de los empleados también se dirigen a la Generalitat Valenciana, asegurando que a las 19 h el teléfono del Servicio de Emergencias no daba señal.
El familiar con el que ha podido hablar este diario asegura que la compañía que habría coaccionado a los trabajadores es Savia, que cuenta con 22 centros en la Comunidad Valenciana. Este testigo explica cómo durante la tarde y noche del martes no recibieron la ayuda de ningún directivo ni mando de la empresa. Al contrario, al día siguiente fueron regañados severamente por el jefe de mantenimiento, que les reprochó las muertes. Para verificar la versión de los empleados, el ARA se ha puesto en contacto con la compañía, pero ésta ha pospuesto a más tarde cualquier declaración, circunstancia que finalmente no se ha producido.
La confirmación del drama se produjo cuando los efectivos de los Servicios de Emergencias llegaron de madrugada. Horas más tarde los ancianos que sobrevivieron fueron trasladados a otras residencias de Savia, tal y como explicaba en TVE Juan Matías Castillo, hijo de una persona ingresada. "Desde la empresa nos han pedido que les dejemos trabajar y que no llamemos más. No sé nada", admitió. Donde también se vivieron momentos de angustia fue en el geriátrico de Massanassa. El sufrimiento y el miedo fueron idénticas. Llantos y muestras de pánico mientras el agua no paraba de subir amenazando a decenas de ancianos que, sentados en sus sillas de ruedas, gritaban impotentes. Afortunadamente no se produjo ninguna víctima. Así lo ha confirmado la empresa Solimar, propietaria de la instalación. Los responsables del centro detallaron que estuvieron incomunicados, pero que ya recuperaron el servicio de agua potable y el de la luz parcialmente. Además, contaron con la asistencia de dos médicos del hospital La Fe de Valencia y de dos enfermeros de la compañía. También disponen de suministro de fármacos y la Generalitat Valenciana les ha enviado comida.
El reto de identificar a las víctimas
En los últimos dos días la cifra de víctimas mortales no ha parado de crecer. La prioridad es el levantamiento de cadáveres en la vía pública y en los edificios afectados. El Instituto de Medicina Legal de Valencia dispone de nueve equipos forenses a los que se suman otras ocho forenses y un auxiliar del ministerio de Justicia. También trabajan en la zona cinco forenses y un auxiliar de autopsia de Alicante, cinco forenses de Castellón, cinco de Murcia y dos de las Islas Baleares. La excepcionalidad de la situación ha propiciado que los juzgados de guardia hayan delegado los trámites directamente en los forenses y la policía. Una vez levantados, los cuerpos son enviados a la Ciudad de la Justicia de Valencia. Pero ha quedado pequeña.
Ahora estas personas esperan a ser identificadas en una planta subterránea del aparcamiento, habilitada para hacer frente a la falta de espacio para acoger al centenar de víctimas que ha causado la gota fría en el País Valenciano. Con todo, este jueves por la noche el gobierno español ha anunciado que "ya no caben más muertes", por lo que también se habilitará la Feria Valencia para utilizarla como depósito de cadáveres. El dispositivo se completará con la jefatura de la Policía Nacional y el cuartel central de la Guardia Civil en Valencia, donde los familiares que buscan desesperados a sus parientes desaparecidos podrán aportar datos que ayuden a la identificación.
Ante esta emergencia que “supera todas las magnitudes habituales”, en palabras del director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña, Eneko Barberia, Cataluña también ha ofrecido ayuda y tiene un equipo forense de ocho personas preparado para ir a Valencia si fuera necesario. A la espera de que las autoridades acaben de discernir el apoyo que necesitan, Barberia añade en declaraciones al ARA que, si finalmente debe enviarse este equipo, habrá que tener en cuenta el estado de las vías de comunicación para poder llegar.
Métodos científicos avalados
Tanto Catalunya como la Comunidad Valenciana, explica Barberia, cuentan con protocolos específicos frente a una catástrofe con víctimas múltiples que establecen la metodología para identificar los cuerpos. Sea como fuere, aclara, siempre debe utilizarse uno de los métodos científicos avalados: las huellas, la odontología forense y el ADN, que en este orden son lo más sencillo, rápido y económico. Barberia cree que a las víctimas de la DANA se las podrá identificar con las huellas en su gran mayoría, porque serán personas de nacionalidad española que habrán registrado su marca dactilar al realizarse el DNI.
La labor de los forenses también se sale de lo habitual en este caso en cuanto al proceso del levantamiento de los cadáveres. Dos días después del impacto de la DANA, la cifra de víctimas sigue escalando conforme los equipos de emergencias encuentran los cuerpos desaparecidos. "El volumen y la dimensión geográfica es muy importante, hay mucha gente atrapada en autopistas, vehículos, rieras… Se tendrán que ir haciendo levantamientos y preparar equipos más grandes de los habituales", valora Barberia.
Todo ello comportará, también, un mayor impacto del habitual para estos profesionales. Barberia cree que, además de asegurar relevos por turnos para evitar la saturación de los profesionales, sería conveniente que después de la emergencia los forenses tengan un espacio de acompañamiento psicológico donde poder hablar de lo vivido, una necesidad que recuerda que Catalunya activó por primera vez después de los atentados del 17-A.