La inflación lleva las exportaciones catalanas a un nuevo récord
La industria química y el sector del automóvil lideran las ventas en el extranjero
BarcelonaLas exportaciones catalanas volvieron a batir el récord histórico durante los primeros seis meses de este año, según datos oficiales del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), dependiente del ministerio de Industria y Comercio, y de Acció, la agencia de competitividad empresarial de la Generalitat. Las subidas de precios registradas desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania explican buena parte del incremento.
Entre enero y junio pasados, las empresas catalanas vendieron bienes en el extranjero por valor de 53.200 millones , un 14,5% más que en el mismo período de 2022. Esto representa un 26,6% de todas las ventas españolas en terceros países. En cuanto al mes de junio, el último con datos, el incremento fue del 11,8% en comparación con el mismo mes del año pasado, hasta los 9.400 millones.
Estos datos se refieren únicamente al comercio de bienes físicos, pero no incluyen los servicios vendidos en el extranjero, que representan a la otra pata del comercio exterior y son una importante entrada de dinero en la economía española, sobre todo gracias al turismo.
En un comunicado, el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ha destacado "el crecimiento sólido y sostenido de las ventas catalanas en el extranjero". Según el conseller, el comercio exterior es "una apuesta estructural del tejido productivo catalán" y "una de las grandes fortalezas" de la economía catalana. "Los datos reflejan en España los efectos de la contención de la inflación: el aumento de los precios había disparado el valor de las exportaciones hasta cifras récord en el primer trimestre de 2022, sobre todo en los componentes relacionados con productos energéticos", ha apuntado este el jueves Joan Tristany, director general de Amec, la patronal de empresas industriales de España.
El sector químico es el que lideró las exportaciones catalanas durante el primer semestre de este año, con un 30,5% del total de productos vendidos en el exterior por parte de compañías catalanas. La automoción supuso un 16,2% del total y los bienes de equipo, un 15,5% del total.
En el caso del sector del automóvil, recupera posiciones después de unos años difíciles debido a la pandemia y las dificultades en las cadenas de suministro que afectaron a toda la industria a escala mundial. De hecho, las exportaciones de productos de automoción crecieron un 77,4% en relación a los primeros seis meses de 2022. "Nos encontramos en una fase de desaceleración, en todos los sectores, salvo en el del automóvil", apuntó Tristán, que recordó que la recuperación de la actividad en esta industria "ha llegado más tarde" que en otras, que volvieron a alcanzar más rápidamente las cifras de producción previas a la pandemia.
En cuanto a las importaciones, en los primeros seis meses Catalunya compró en el exterior productos por valor de casi 57.700 millones, un 4,2% más que un año atrás, también con los productos químicos, los bienes intermedios y automoción como productos más importados.
Así pues, el saldo comercial catalán –la diferencia entre compras y ventas en el extranjero– en el primer semestre del año fue de -4.478 millones de euros, mucho mejor que los -8.900 millones registrados en el mismo período del año pasado.
Ralentización en los mercados internacionales
Pese a las cifras récord, la ralentización de la economía mundial se está notando en los mercados internacionales. La inflación tuvo un impacto directo en el consumo de las familias en muchos países, sobre todo en la Unión Europea, donde la dependencia del gas natural ruso disparó las tasas de inflación a los niveles más altos de los últimos cuarenta años. Esto se ha traducido en una menor demanda y en fuertes subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para frenar las escaladas de precios.
En este sentido, los problemas en el Viejo Continente afectan negativamente al comercio exterior catalán, ya que el 60% de las exportaciones catalanas tienen como destino alguno de los estados miembros de la UE, con Alemania, Francia e Italia como principales socios comerciales.
Sin embargo, este encarecimiento del precio del dinero ha tenido repercusiones negativas sobre la actividad, porque encarece el crédito y, por extensión, reduce la capacidad de familias y empresas para endeudarse y, por tanto, para consumir e invertir. "El aumento de tipos de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo sigue encaminando la economía hacia la desaceleración, aunque la industria y el comercio exterior siguen demostrando su fortaleza", opinó Tristán en un comunicado.