El juez certifica el adiós al histórico Hotel Rey Juan Carlos I

BarcelonaFairmont ya es historia, y también el Hotel Rey Juan Carlos I, al menos bajo ese nombre. El juez dio la razón a la empresa propietaria del famoso establecimiento, Barcelona Project's, y acepta la petición de rescindir anticipadamente el contrato con Fairmont para gestionar el hotel. De esta forma, será el grupo Meliá quien se encargará de la gestión a partir de ahora. En enero, Barcelona Project's firmó un nuevo contrato de gestión con Meliá, y se acordó que el hotel pasaría a llamarse Gran Meliá Miranda de Pedralbes.

La sentencia, que se ha hecho pública este martes y que está abierta a recurso de apelación, "da por resuelto, en interés del concurso, el contrato de prestación de servicios de gestión hotelera" que unía a Fairmont Hotels & Resorts y Barcelona Project's. Este contrato se suscribió en 2014 por un período de 25 años, hasta 2039, pero solo se han cumplido nueve. Además, el juez niega cualquier indemnización a Fairmont y le condena a pagar las costas del proceso judicial.

De la cima a las cenizas

El hotel se inauguró en 1992, con los Juegos Olímpicos de Barcelona, aunque todavía no estaba del todo terminado, y no tardó en convertirse en un icono. Por ahí han pasado la mayoría de los grandes nombres que han pisado la capital catalana desde el 92. Desde actores de Hollywood hasta futbolistas, banqueros y grandes empresarios, pasando por jefes de estado, la realeza y presidentes de medio planeta. El hotel llegó a ser la sede de la mayoría de los grandes eventos que se celebraban en la ciudad.

Pero tres décadas después el establecimiento tuvo que cerrar a causa de la pandemia y no se ha recuperado. En septiembre de 2022, Barcelona Project's, controlada por el fondo Tyrus, presentó concurso de acreedores con unas deudas de 150 millones de euros, si bien a principios de junio el propio juez avaló el convenio de acreedores presentado por la sociedad propietaria.

El cambio de nombre también supone un antes y un después en la ciudad. Llega cerca de cinco años después del rebautizo del actual Hotel Sofía de Barcelona, cuando perdió el atributo de princesa. El hotel, que también pasó por una transformación, está situado en la avenida Diagonal de Barcelona, a poco más de un kilómetro de lo que será el Miranda de Pedralbes.