Mika, en Cap Roig: “Cuando La vida es una mierda, baila”
El artista libanés vuelve al festival de Calella de Palafrugell tras el éxito del pasado año
Calella de PalafrugellCALELLA DE PALAFRUGELL
El Festival de Cap Roig es el primero del Estado que programa Mika en dos ediciones consecutivas, lo que se notó en el concierto que el artista libanés dio el domingo por la noche. En un escenario conocido, Mika quiso estar aún más cerca del público, y cantó Underwater de pie sobre un sillón mientras todo el mundo le seguía reverencialmente sentado en su localidad y cantaba a sus órdenes. Salvo el hombre que le cedió con gusto el asiento, un tal Jaime. En la recta final, cuando el artista empezaba a atacar Happy ending, espoleado por la confianza, quiso lanzar un consejo para esta y todas las noches: “Cuando la vida es una mierda, baila”.
De hecho, esta vez Mika quiso impregnar su universo pink con una pátina más enérgica y contundente. Volvía a acompañarle su banda (guitarra, bajo, teclados y batería) y el domingo se sumaron cuatro coristas negros. También era nueve la gran mayoría del público de la platea, como confirmaron los propios espectadores a petición de Mika. Y, para sorprender a los seguidores más fieles, el cantante revolvió el repertorio con incorporaciones como Good guys, Overrated y Boum boum boum.
En catalán y castellano
Mika es un animal escénico con una energía inagotable: cumplió con creces la promesa inicial de hablar sólo en catalán y castellano a lo largo de toda la noche, aunque hizo parlamentos breves, y desgranó sin tregua a una veintena de sus grandes temas en cerca de dos horas: Love today dio el pistoletazo de salida de la noche, en lugar de sonar al final como el pasado año, y la fiesta continuó con hits cómo Ice cream, Relax, Lollipop, Live your life y la contagia Yo yo. Y antes de la traca final con grandes hits infalibles como Elle me he dicho, Happy ending, Grace Kelly y We are golden, prometió que seguirá mejorando su catalán y su castellano y que "habrá una tercera vez".