Por qué no es buena idea invertir en 'start-ups'

En las últimas semanas hemos hablado de la inversión en bolsa, en renta fija y los depósitos, pero de opciones todavía quedan muchas. Una muy arriesgada y poco aconsejada para el inversor novel es la inversión en start-ups o empresas emergentes.

Un pequeño inversor puede pensar que si invierte en una start-up y crece, la inversión se multiplicará por 10, por 20 y por 50. Y lo cierto es que tiene toda la razón. Ahora bien, ¿cuántas crecen? Diferentes estudios indican que el 90% de las empresas emergentes fracasan y esto implica que el inversor perderá todo el dinero. Por tanto, más bien los multiplicará por 0.

Sin embargo, si quiere arriesgarse y acierta la empresa que crecerá, también chocará con dificultades. La primera tiene que ver con el importe. Habitualmente estas empresas buscan cientos de miles de euros que no puede aportar un mismo inversor o, al menos, no debería aportarlos (recuerde el concepto de diversificación). Para arreglar este problema hay varias compañías de crowdfunding que reúnen pequeñas inversiones hasta llegar al límite marcado.

Supongamos que decidimos utilizar una plataforma de crowdfunding y acertamos la empresa que crece. La suma de ambos factores podrá hacer que multipliquemos por 20 nuestra inversión. Ahora bien, ¿es como la bolsa y lo podemos vender en cualquier momento? No. Es la segunda dificultad. La principal característica de las empresas emergentes es que no son líquidas y sólo podemos vender nuestras participaciones y transformar nuestro beneficio en dinero si alguien nos las compra. Por lo tanto, podemos tener nuestro dinero bloqueado durante mucho tiempo.

Por tener una referencia, un fondo de inversión especializado suele recibir unas 10.000 peticiones de inversión al año. De éstas, invierten en 10 o 12 y acaban ganando en 5. Y éstos son los expertos. Por tanto, como pequeño inversor, evite este formato de inversión.