Crisis climática

Plantadas sonadas en la COP29: Milei retira su equipo y Francia no enviará a ninguna ministra

Las políticas actuales encaminan el mundo a un calentamiento global de 2,7 ºC

Asistentes llegando a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP29 en Bakú, Azerbaiyán, que se celebrará del 11 al 22 de noviembre.
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BarcelonaCuando lleva cuatro días en marcha, varios conflictos diplomáticos suman incertidumbre a los resultados de la cumbre de la ONU contra la crisis climática. El anfitrión de la cumbre, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ya desató las críticas internacionales cuando inauguró el encuentro el martes con un discurso en defensa de los combustibles fósiles, pero al día siguiente todavía protagonizó una nueva polémica. En un discurso con representante de las islas del Pacífico, Aliyev criticó el "neocolonialismo" de Francia en esta región, que a su juicio contribuye a "la degradación medioambiental" y agrava los impactos de la emergencia climática. En medio de una cumbre que hace equilibrios para llegar a consensos políticos entre casi 200 países, las duras palabras del autócrata azerí han provocado la reacción inmediata de Francia, que ha anunciado que no enviará a su ministra a Bakú. El presidente de Azerbaiyán también acusó a Francia de reprimir "brutalmente" las preocupaciones por la crisis climática entre la población de sus territorios de ultramar.

La ministra de Transición Ecológica francesa, Agnès Pannier-Runacher, anunció que, "con el acuerdo del presidente de la República", Emmanuel Macron, que tampoco asistió personalmente a la inauguración oficial de la COP29 de Bakú, había decidido suspender su viaje a Azerbaiyán la próxima semana, cuando los representantes de alto nivel de los 200 gobiernos reunidos deben negociar el acuerdo final del encuentro. Pannier-Runacher calificó las palabras del presidente de Azerbaiyán de "inaceptables" e "injustificables", y acusó al presidente de ese país de "instrumentalizar la lucha contra el cambio climático para su agenda personal indigna" .

La decisión de la ministra no significa una retirada total de Francia de las negociaciones, sino que simplemente quien negociará en nombre del país no será la ministra, y por tanto la representación francesa en Bakú no será de alto nivel. Pero otros estados han ido aún más allá. Este miércoles los delegados que representaban al gobierno de Javier Milei en Argentina hicieron las maletas para marcharse de Bakú y anunciaron que dejaban la cumbre por orden directa de su presidente. No dieron más explicaciones, pero nadie desconoce la agenda negacionista del nuevo presidente de extrema derecha de Argentina. La delegación de Milei, de hecho, había participado en las reuniones de los primeros dos días de cumbre para dejar clara su postura de rechazo frontal a cualquier obligación de reducir emisiones de CO2, y finalmente el miércoles Milei les ordenó directamente volver a casa.

Nuevos datos para la urgencia

Pero mientras algunos se retiran por considerar que la lucha climática va demasiado lejos, otros lo habían hecho precisamente por todo lo contrario. La COP29 arrancó con un estado menos: Papúa Nueva Guinea por primera vez decidió no enviar a nadie porque considera que la reunión es "una pérdida de tiempo". La decisión tenía en cuenta sobre todo el hecho de que la negociación tenga lugar, de nuevo, en un estado petrolero: cerca de la mitad de la economía de Azerbaiyán depende de los combustibles fósiles, tal y como quedó claro en el discurso inaugural de su presidente y anfitrión de la cumbre.

Y mientras tanto los informes científicos siguen aportando datos demoledores. Este jueves un nuevo análisis de Climate Action Tracker aseguraba que las políticas de reducción de emisiones que han puesto en marcha los gobiernos del mundo (todos ellos reunidos en Bakú) nos encaminan a un calentamiento global de 2,7 ºC a finales de siglo, por encima del límite de 1,5 ºC o 2 ºC fijado por el Acuerdo de París. Según el estudio, si todas las promesas que se han hecho de cara al 2030 se cumplieran –algo casi imposible con una nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos– la temperatura global del planeta subiría 2,4 ºC respecto a la era preindustrial. Otra prueba de la falta de contundencia de las políticas climáticas actuales fue el informe publicado ayer por el Global Carbon Project, que denunciaba que en el 2024 las emisiones de CO2 subirán un 0,8% respecto al 2023. Una subida pequeña, sí, pero es que la ciencia pide desde hace años que se reduzcan las emisiones globales y la curva deje de ir hacia arriba.

Evolución de las emisiones de dióxido de carbono globales desde 1990, según Global Carbon Project.
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