Roses también se suma a la propuesta de instalar una desalinizadora

El sector de las piscinas de Girona y Barcelona propone llenarlas con agua del Ebro

J.C.P.
3 min
Imagen aérea de una piscina de Palafrugell

BarcelonaLa temporada de verano –que se prevé, un año más, especialmente calurosa– se avecina y los municipios se ven obligados a hacer manos y mangas para poder garantizar el agua potable a la población. Sobre todo, si temen que los clientes extranjeros, asustados por la alarma hídrica en Catalunya, se echen atrás y elijan otros destinos. El último en hacer una propuesta para asegurar el abastecimiento de agua es el Ayuntamiento de Roses (Alt Empordà): siguiendo los pasos de los empresarios de Lloret, quiere instalar una desalinizadora. "Estamos trabajando intensamente con una solución para poner a una desalinizadora que permita garantizar el consumo de la población en temporada baja y un alto porcentaje en temporada alta", ha asegurado el concejal de Medio Ambiente, Lluís Espada. Para ello, ha explicado, están en conversaciones con el Consorcio de Aguas de la Costa Brava, y también quieren contar con el sector turístico. Por el momento, tienen un estudio realizado y hay varias ubicaciones sobre la mesa.

Roses es uno de los 12 municipios del Alt Empordà que la próxima semana entrarán en la fase 2 de emergencia y tendrán limitada la dotación a 180 litros por habitante y día, tal y como anunció este jueves el Govern. El presidente de la Asociación de Empresarios Roses - Cap de Creus, Miquel Gotanegra, por su parte, ha defendido que necesitan "soluciones" para poder garantizar "las piscinas en funcionamiento" y avisa de que si es necesario comprarán una exclusiva para el sector turístico. Se añade, así, a la iniciativa de los hoteleros de Lloret, ahora avalada por la Generalitat, de comprar una desaladora móvil para llenar piscinas a fin de garantizar la llegada de turistas durante el verano. Ahora bien, Gotanegra insiste en que la casuística de Roses no es como la de Lloret de Mar y que sólo hay una veintena de establecimientos con piscinas, entre campings y hoteles. "Debemos acabar de calcular el volumen, pero no son cifras muy importantes", asegura.

Quien también se ha manifestado sobre el inminente inicio de la temporada turística es Jordi Masquef, alcalde de Figueres, municipio que también entrará en la fase 2 de emergencia. Masquef afirma que aguantarán todo lo posible la temporada, pero admite que, si no llueve, habrá que priorizar y "quizá no haya agua para todos". "La situación ha comportado un perjuicio para muchos sectores y creo que todo el mundo debe asumir una parte", asegura. En este sentido, insiste en que se trata de un bien "escaso" y que será necesario que haya un reparto "equitativo y ecuánime para todos". Además, el alcalde remarca que están trabajando en fuentes alternativas para abastecerse de agua más allá del pantano de Darnius-Boadella (que actualmente sólo está en un 11% de su capacidad), como la búsqueda de agua en el nivel freático, pero también con la regeneración de agua o pozos. "Si no llueve lo que queda de año, habrá un día que se quedará a 0", ha dicho.

En este sentido, la ciudad aportará agua regenerada al caudal de la Muga a través de una tubería hasta la esclusa de Pont de Molins que financiará la ACA. Además están trabajando para recuperar pozos dentro de la ciudad que calculan que podrían abastecer entre un 30 y un 35% del consumo diario de su población. Igualmente, Masquef ha defendido que prácticamente no tienen escapes y que el camino pasa por la "diversificación de fuentes" alternativas, pero también ha admitido que hay que seguir haciendo "pedagogía".

El sector de las piscinas quiere llenarlas con agua del Ebro

El sector de las piscinas de Girona y Barcelona también se ha sumado al debate y ha pedido poder llenarlas con agua del Ebro. Las empresas agrupadas bajo el grupo Hydrosud –en las comarcas gerundenses hay una quincena– ven "incomprensible" que las medidas para paliar la sequía se centren en la prohibición de llenar o construir piscinas y explican que desde hace meses trabajan con "soluciones viables" que permitan llenarlas.

Por ejemplo, defienden, pueden llenarse con agua de mar sin que estén conectadas a la red general de desagües y, para ello, existen varias opciones como filtros o circuitos cerrados. También apuestan por llevar aguas de pozos y minas o, incluso, de países "donde no haya escasez de agua ni esté declarado el estado de emergencia por sequía". También dicen que "cuesta entender" que no se permita utilizar agua del Ebro, que ha aumentado el caudal y acaba desembocando grandes cantidades de agua dulce en el mar, "mientras en zonas de Catalunya se vive un preocupante episodio de sequía ". Además, aseguran que los gastos derivados de cualquiera de estas vías correrían a cargo del "profesional o consumidor final" y no supondrían un perjuicio en el consumo de agua en las zonas afectadas; pero critican que la administración impida "esa solución".

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