El fesol de Santa Pau tiene el reconocimiento del sello de Denominación de Origen Protegida de la Unión Europea y se cultiva actualmente en un terreno superficie de 30 hectáreas, dentro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. La Garrotxa es un territorio de unas 15.000 hectáreas que incluye 11 municipios y 40 volcanes inactivos. El volcán Croscat, con 11.500 años, es uno de los más jóvenes de la península. La lava y el cráter tienen una extensión de unos 20 km². Es la especificidad de esta tierra volcánica y del clima lo que ha dado lugar al gusto particular, suave y cremoso, de esta variedad.
Esta judía llegó de Centroamérica debido al intercambio económico y la emigración que existía con Cataluña a través de los denominados indianos. En la zona de la Garrotxa, durante el siglo XVIII, los cultivos eran mayoritariamente los tradicionales del Mediterráneo, como el trigo, los olivos o el viñedo. En el siglo XIX aparecen otros cultivos, el maíz, la patata o algunas hortalizas como el tomate y el frijol. Los tratados generales sobre la agricultura de la zona sugieren que es durante los siglos XVIII y XIX cuando se consolida el cultivo de la judía (el frijol) de Santa Pau.
En el siglo XIX esta judía ya gozaba de mucho renombre, incluso existe una carta de 1854 que el gobernador civil de la provincia de Girona dirigió al alcalde de Santa Pau en la que le pedía una muestra del frijol para llevarla en la Exposición Universal de París. Desgraciadamente, no era época de cosecha y el alcalde tuvo que responder que no disponían del producto.