Un valenciano más coloquial y no obligatorio: el modelo lingüístico de PP y Vox

ValenciaHace siete meses que el Partido Popular y Vox gobiernan en la Comunidad Valenciana y, poco a poco, ambas formaciones van dejando entrever su modelo lingüístico, en una propuesta que ya podemos decir que se basará en fomentar un registro más coloquial y, al mismo tiempo, convertir el estudio del catalán en una cuestión opcional, tanto para el alumnado como para los trabajadores de la administración, incluyendo, incluso, al profesorado.

Si en julio conocíamos que el valenciano dejará de ser lengua vehicular en todo el territorio a partir del próximo curso, y en diciembre, que la reforma de la ley de plurilingüismo supondrá que sean las familias las que elijan la lengua de enseñanza, esta semana PP y Vox han hecho público que rebajarán la exigencia del dominio del catalán para trabajar en la sanidad pública y que, incluso, están estudiando eliminar el requisito lingüístico para los docentes que deben impartir clase en conservatorios y en algunos ciclos técnicos y científicos. Así lo defendió el secretario autonómico Daniel McEvoy en un almuerzo informativo el miércoles. "Hay que plantearse en qué casos es imprescindible el requisito y en cuáles podríamos mitigarlo", avanzó el alto cargo de Educación.

El anuncio ha coincidido con la publicación de el informe que la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) ha elaborado sobre los nuevos criterios lingüísticos del Consejo. En el documento, la institución señala que entiende que el ejecutivo quiera utilizar un modelo de lengua "natural y espontáneo" y más "próximo a los administrados", pero censura de que el borrador incluya "soluciones que se apartan de las formas" que el ente normativo considera "principales" y que, además, "se separan del registro formal propio de la administración". En este sentido, recuerda al gobierno que si siguiera las soluciones que la AVL prioriza, "ayudaría a sacar del marco político la elección de una opción o de una alta".

La institución también se queja de que el texto " elude no sólo la explicitación de la AVL como autoridad normativa de referencia", sino también su papel "en la consolidación de un modelo formal valenciano". En esta línea, recuerda que su ley de creación fija que "las decisiones de la AVL tendrán que ser observadas por todas las instituciones". Por eso considera "improcedente" que el gobierno quiera extender sus propuestas al resto de instituciones de la Generalitat ya las administraciones provinciales y locales. Esta sospecha se ha visto confirmada porque, en días posteriores a la publicación del dictamen, la conselleria ha remitido una carta a varios de organismos “con la voluntad de que estos criterios sean compartidos por todas las administraciones públicas, los medios de comunicación, las editoriales, asociaciones, colegios profesionales y organizaciones sindicales”. De hecho, y en declaraciones a La Vanguardia, desde Educación han defendido que creen que el informe de la AVL avala en términos generales sus criterios y han puesto como ejemplo que, en el ámbito léxico, de 80 propuestas acepta 73.

Puntos de conflicto

Pese a la lectura favorable realizada por el departamento de enseñanza, el dictamen rechaza numerosas propuestas. Entre ellas, destacan algunas como el uso en "escritos poco formales y en el ámbito oral" del artículo lo, del numeral sesenta, de la terminación -salmiento (conocimiento en lugar de conocimiento), de la terminación -iste (periodista en lugar de periodista) o del cardinal en lugar del ordinal, entre otros. Enseñanza de la Comunidad Valenciana (STEPV) han acusado al PP y Vox de intentar "conflictivizar" la lengua. "Buscan arrinconar al valenciano en beneficio del castellano e impedir su expansión y normalización", han denunciado desde el STEPV, que, junto a otras 25 entidades, ha impulsado la plataforma -NOS para reclamar al Consell que cumpla "las suyas" obligaciones estatutarias de proteger el valenciano y respetarlo".-_BK_COD_