Barça

Xavi no se la podrá jugar con Ansu Fati

La baja de Memphis evidencia todavía más la ausencia del hispanoguineano, a quien los médicos quieren proteger

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Ansu Fati durante el partido

BarcelonaLas malas noticias no paran en el Barça. A la eliminación de la Champions y la mala actuación del equipo en Múnich, donde un Bayern de mínimos pasó por encima de los de Xavi Hernández, se suma una elevada factura en forma de bajas por lesión. En tierras alemanas, donde se jugó a temperaturas negativas, el entrenador egarense lamentó dos bajas de peso. Por un lado, Jordi Alba, que llegaba al partido con molestias en el muslo y aguantó solo 28 minutos sobre el césped y bajo la nieve. Y, por el otro, Memphis Depay, que llegaba a la cita decisiva de Champions como el único delantero libre de contratiempos físicos esta temporada y cogió el vuelo de regreso con una lesión en el bíceps femoral. Tanto el lateral catalán como el atacante neerlandés estarán de baja hasta 2022. Es decir, se perderán tres partidos ligueros con Osasuna, el Elche y el Sevilla, vitales para que el Barça no pierda distancia en relación a las cuatro primeras posiciones.

La ausencia de Memphis es especialmente delicada, puesto que puede agravar la sequía goleadora culé en las próximas semanas. El internacional oranje es el máximo realizador del equipo con 8 goles en la Liga, 4 de los cuales de penalti. Si bien su adaptación al esquema de Xavi no es óptima –no es un 9 puro, pero ahora mismo es quien mejor puede ocupar esta posición–, sus números son necesarios para la estabilidad competitiva del conjunto azulgrana. Sobre todo porque Kun Agüero tiene problemas cardíacos y no podrá jugar más y porque Ansu Fati, que había vuelto con el olfato intacto después de diez meses de calvario con el menisco, sufrió una rotura muscular asociada a estos problemas de rodilla. Pocos días después de marcar un gol decisivo en Kiev para mantener las opciones del Barça en Europa, cayó en Vigo contra el Celta. Las ganas de aportar lo llevaron a forzar la máquina en un momento en el que había que ser prudente con su readaptación. Resultado: un rasgón en el bíceps femoral que lo hizo volver con muletas de tierras gallegas.

Un nuevo criterio de prudencia

En el comunicado médico posterior a las pruebas que confirmaron la lesión, el Barça no pronosticó tiempo de baja. Ansu prefirió no marcarse plazos y ver de recibir el alta de cara a la final de Múnich. Animado por las buenas sensaciones del delantero, y urgido por la falta de recursos ofensivos de la plantilla, Xavi se planteó forzarlo en Alemania. Incluso unos días antes el jugador fue grabado en el Camp Nou trabajando en solitario, haciendo esprints y tocando pelota, para agotar las opciones. Pero finalmente ha acabado imperando el criterio de los médicos y de los fisios, liderados de otro modo después de las salidas de Lluís Til y Juanjo Brau. Era arriesgado que Ansu jugara bajo cero contra el Bayern y también lo es que quiera quemar etapas para ayudar al equipo contra el Elche y el Sevilla, puesto que para jugar en Pamplona con el Osasuna –en el estadio donde debutó con 16 años– está descartado. Es decir, igual que Memphis, Jordi Alba y Pedri, otros tres titulares indiscutibles, pospondrá su regreso al césped hasta 2022, que el Barça empezará fuerte con la disputa de la Copa del Rey y la Supercopa de España.

Por lo tanto, de cara al más inmediato, Xavi verá todavía más reducido el abanico de opciones para formar un ataque de garantías. Ahora mismo tiene disponibles a tres especialistas de banda como Dembélé, Abde e Ilias. También cuenta con Coutinho y Gavi, dos futbolistas adaptables a la posición de falso extremo izquierdo. Menos alternativas tiene para ocupar la punta del ataque. De hecho, solo una (y no muy de su gusto): Luuk de Jong. La otra que le podría valer, Martin Braithwaite, sigue de baja.

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