El análisis de Antoni Bassas: 'Junts per Catalunya pero no tan 'junts' por el acuerdo'

Junts, que tenía que celebrar un congreso de partido el día siguiente de Sant Jordi, lo ha aplazado para el fin de semana del 7 y 8 de mayo. O sea que ahora mismo, parece que el acuerdo llegaría entre Sant Jordi y el 4 de mayo, fecha de las elecciones en Madrid

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Mañana hará dos meses de las elecciones del 14 de febrero y Esquerra y Junts no han llegado todavía a un acuerdo para la formación de gobierno. Hoy explicamos que Esquerra quiere un acuerdo para antes del 9 de mayo, que es cuando acaba el estado de alarma y cuando la Generalitat tendrá que tomar las medidas de restricciones de movilidad sin el paraguas del estado de alarma en este momento fronterizo: por un lado, tenemos la agresividad de la variante británica del virus (que obliga a poner restricciones para frenar los ingresos a las UCI) y, por la otra, tenemos la mejora general de la situación pandémica que está consiguiendo el aumento constante de la población de riesgo vacunada.

Y, de hecho, Junts, que tenía que celebrar un congreso de partido al día siguiente de Sant Jordi, lo ha aplazado para el fin de semana del 7 y el 8 de mayo. Es una señal que no tienen prisa o que lo quieren hacer cuando la negociación por el nuevo Govern esté cerrada. O sea que ahora mismo parece que el acuerdo llegaría entre Sant Jordi y el 4 de mayo, fecha de las elecciones en Madrid.

Los contactos entre los dos partidos continúan y las negociaciones avanzan, pero lentamente. Todavía no está resuelto el reparto de carteras en el consejo ejecutivo de la Generalitat. Esquerra, para que se vea claro que ellos no son la traba, insiste en que no piensa negociar gobierno ni con el PSC ni con los comunes, a pesar de los cantos de sirena que se oyen y se leen para volver a hacer un tripartito en 2021. Y, de hecho, en Esquerra creen que, cuando Jordi Sànchez dijo aquello de investir a Pere Aragonès pero que gobernara en solitario o con la CUP, abrió públicamente el debate dentro de Junts e hizo aflorar las dos almas de Junts: la más dispuesta al pacto con Esquerra y la que difícilmente puede contener las pocas ganas que tiene de volver a pactar con Esquerra. O sea, que quien se tiene que aclarar, dicen en Esquerra, es Junts.

Esto es el que hay, y no parece que el curso de los acontecimientos se tenga que precipitar. Junts parece resuelto a resistir ante los que le apresuran a cerrar el pacto de una vez, con el argumento de querer crear un gobierno sólido y con la ventaja de continuar negociando sin dar al otro lo que la otro espera y tiene en la punta de los dedos. Así de prosaico.  

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea contra el covid-19, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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