La luz al final del túnel, ahora sí
BarcelonaHasta el domingo los nombres de Josefa Pérez o Araceli Hidalgo no nos decían nada. Ahora sabemos que la primera tiene 89 años y que está en la Residencia Feixa Llarga de l'Hospitalet de Llobregat, y la segunda es una mujer de 96 años interna en la residencia Los Olmos de Guadalajara. Ellas dos se convirtieron ayer en las primeras personas vacunadas contra el covid-19 en Catalunya y en España. Más allá de la representación mediática del inicio de la vacunación y del protagonismo inesperado de estas dos mujeres, la jornada de ayer tiene una importancia innegable en la lucha por derrotar al virus y recuperar la normalidad. Y el hecho de que se hiciera de manera coordinada (con algunas excepciones puntuales) en toda la Unión Europea todavía añade un valor simbólico a la fecha del 27 de diciembre del 2020: los europeos empezaron juntos el proceso para conseguir la inmunidad de grupo.
Es evidente que todavía estamos lejos del objetivo y que el de ayer es solo el primer paso, pero abusando de la imagen que utilizaron ayer muchos representantes políticos y sanitarios, ya se empieza a ver la luz al final del túnel, aunque el túnel sea largo. Porque una cosa es seguir las informaciones sobre los ensayos y pruebas de las vacunas, o leer que la Comisión Europea ha comprado remesas de todas las vacunas que hay en el mercado, y otra muy diferente es ver como llegan puntualmente a toda la UE desde Bélgica, donde está la fábrica de Pfizer, las dosis preparadas para ser inyectadas.
Se trata de un reto logístico sin precedentes (a la altura del éxito científico que supone la vacuna) que se tendrá que ir implementando en los próximos meses para conseguir que todo el mundo tenga acceso a las dos dosis necesarias para conseguir la inmunidad de grupo. En concreto, en Catalunya el objetivo es poner la primera dosis en dos semanas a las 104.000 personas, entre internos y trabajadores, que hay en las residencias para la tercera edad. Después habrá que esperar 21 días para ponerles la segunda, y esperar una semana más para que el cuerpo sea inmune. Este es el calendario de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que recordamos que ha sido elaborada siguiendo un método genético innovador. En paralelo también se empezará a vacunar al personal sanitario y la idea es que, con la llegada de más vacunas como la de Moderna, la mayoría de la población pueda estar vacunada a principios o finales del verano que viene.
Eso sí, durante estos largos meses que todavía quedan no se podrá bajar la guardia, porque todavía hay muchas incógnitas, como por ejemplo saber si una persona inmunizada puede ser a su vez contagiadora o cuánto de tiempo será efectiva esta inmunidad. La OMS también lanzó una alerta en este sentido ante el peligro de que la euforia provocada por el inicio de la vacunación acabe derivando en un relajamiento de las medidas de precaución. Es justamente ahora, cuando ya se divisa el final de la pesadilla, que hay que extremar las medidas de seguridad para minimizar al máximo los contagios y las muertes. Ahora ya no va de unos meses por asumir un riesgo que puede acabar en un hecho irreparable.
