Montoro y "aquellas urnas de los chinos"
No falla. Se sientas en la puerta de casa y ves pasar imputados del PP hacia los tribunales. Ahora le ha tocado a Cristóbal Montoro, por cohecho, fraude contra la administración pública, prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas, corrupción en los negocios y falsedad en documentos. No se ponen por poco.
A Montoro lo tenemos presente de cuando declaró todo ufano lo siguiente: "Yo no sé con qué dinero se pagaron esas urnas de los chinos ni la manutención de Puigdemont, pero sé que no fue con dinero público", una tesis que repitió en sede parlamentaria, para haber esperado el juez L versión del ministro se la echaba por el suelo. Más tarde, durante el juicio del Proceso, Montoro cambió de relato. Fue propuesto como testigo por la acusación particular de Vox y afirmó que si unos funcionarios públicos de la Generalitat habían abierto unos edificios públicos para celebrar un acto ilegal aquello era malversación, tan sólida tesis que incluso el juez Marchena le pidió que se abstuviera de hacer tipificaciones delictivas y se limitara a contestar.
Ahora Montoro está investigado para utilizar Hacienda para traficar con leyes. Si acabara probando, sería tan grave que no sólo acabaría con su reputación, sino que lanzaría otra palada de corrupción sobre una moral ciudadana saturada. A su antecesor, Rodrigo Rato, también le vimos pasar, pero hacia la cárcel, por las tarjetas black de Caja Madrid, y aún no hace un año le condenaron por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. Qué grandes fichajes de Aznar.
