La legislatura española

Sánchez en Junts: titas, titas

La portavoz en el congreso de Junts, Míriam Nogueras, durante una rueda de prensa en la sede del partido en Barcelona.
03/12/2025
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Las propuestas de Sánchez a fin de "reiniciar" las relaciones del gobierno de España con Junts remiten a este clásico del repertorio pujoliano de las "titas, titas". "Titas, tías" viene a ser un sinónimo del "pez al cubo". Es cierto que Jordi Pujol pronunció esta expresión en un discurso encendido, vindicador, como una expectoración de ira contenida ("¿Quiénes se han pensado que somos?", clamó) pero en realidad los peces y las titas –gallinacias– son formulaciones más o menos caricaturescas de la tradición más acreditada de la relación del catalanismo, y del sonido preeminente, decisiva, en Madrid, para conseguir cosas (léase financiación, léase competencias, léase reconocimiento) para el autogobierno de Cataluña.

Cabe suponer que si Sánchez salió a anunciar la propuesta a Junts en una entrevista ad hoc en TVE no debió de ser para echarse de cabeza dentro de una piscina sin agua: se entiende que ha habido prospecciones, conversaciones discretas y todo el protocolo negociador previo que corresponde a los casos de urgencia. El PSOE tiene, de urgencia, para deshacer el bloqueo que le impone Junts, y que sitúa al ejecutivo español en un callejón sin salida. Y tiene también necesidad de impedir que Junts acabe dejándose convencer por el PP (o por los empresarios catalanes, tal y como les ha pedido Feijóo) de apoyar una moción de censura, una idea improbable pero no imposible.

En Junts, por tanto, pueden disfrutar del momento dulce de ser festejados por unos y otros. Sin embargo, su margen de maniobra tampoco es amplio, y los precios que se exponen a pagar también son altos. Después de que el abogado general de la Unión Europea haya dado luz verde a la amnistía todo hace pensar que el TJUE hará lo mismo, pero las posibilidades de que después la amnistía se aplique, y por tanto que Puigdemont pueda regresar, pasan necesariamente por los votos de la mayoría que invistió Sánchez (un eventual gobierno del PP y de Vox parece ser que parece que pueda reavivar al PP y de Vox). Por otra parte, es cierto que las encuestas muestran que el apoyo a los socialistas en Madrid desgasta electoralmente a Junts frente a Aliança Catalana. Pero la pregunta es si el apoyo a una moción de censura, además de desgastarlos igualmente, no los convertiría en el pagafantes de la derecha ultranacionalista española. Y no exactamente a cambio de nada: a cambio de una nueva etapa de acoso judicial, policial, mediático, etc.

Mientras tanto, cada vez que Ione Belarra y el entorno de Podemos intoxican el ambiente tratando a Junts como si fuera un partido neofascista, no hacen otra cosa que tirar piedras sobre el propio tejado. Es un maximalismo tan obcecado y tan inútil como el que se perpetra desde el independentismo de derechas, cuando se insiste en situar a los comunes, Sumar y los socialistas junto al PP y Vox. Quien piense que va a sacar beneficios de llevar la polarización hasta el límite no hará más que favorecer los intereses de una derecha española resentida y rencorosa que anhela, como dicen ellos mismos, hacer la reconquista. Y esto siempre ha significado hacer limpieza.

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