Aragonès, la tercera será la buena

El presidenciable de ERC volverá a someterse a la investidura este jueves y será escogido el viernes

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Pere Aragonès a la segunda sesión de investidura

BarcelonaPere Aragonès cumplirá con el dicho y, finalmente, la tercera será la buena. El coordinador nacional de ERC se someterá este jueves a su tercer intento para ser investido president y el viernes, cuando se haga la votación, tendrá 74 votos a favor. Suficiente para convertirse en el 132º president de la Generalitat, el primero de ERC desde la restauración del Parlament. Habrán pasado 96 días desde las elecciones, un tiempo presidido por unas negociaciones espinosas con JxCat que han dejado numerosas heridas y que en más de un momento hicieron pensar que se tendría que volver a las urnas. Ha habido pacto, pero nadie se atreve a afirmar que será una legislatura plácida. Probablemente, todo lo contrario.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha culminado este miércoles la formalidad de la ronda de consultas con todos los partidos previa a la investidura y ha constatado que Aragonès tenía los apoyos para ser investido. El actual vicepresidente del Govern hará este jueves un discurso complementario a los dos anteriores –26 y 30 de marzo–, en los que ya expuso en profundidad sus prioridades de la legislatura. En la parte nacional, con la autodeterminación, la amnistía y el diálogo con el Estado como banderas. En la económica, el reto de cómo encarar la crisis generada por la pandemia y la promesa de un plan de choque de 700 millones de euros y, en la social, cómo mejorar unos servicios públicos impactados también por el covid. Fuentes republicanas aseguran que será una intervención más breve que las anteriores, en parte para simbolizar que hay que ir al grano ante una ciudadanía a la que le puede costar entender que las negociaciones entre dos partidos que llevan cinco años siendo socios de Govern hayan durado tres meses. Más todavía si se tiene en cuenta que el actual es un Govern que está en funciones desde la inhabilitación de Quim Torra el 28 de septiembre del año pasado.

Las mismas fuentes aseguran que también hablará de la principal novedad que el candidato tiene ahora entre las manos y que no tenía en los dos debates anteriores. El acuerdo a tres bandas del independentismo: ERC-JxCat-CUP. En marzo, cuando su investidura fracasó por partida doble, solo tenía atado el acuerdo con los anticapitalistas. Este pacto a tres bandas le tendría que garantizar una cierta estabilidad, pero si lo consigue, no se podrá acostumbrar demasiado. En dos años, el republicano ha concedido a la CUP el hecho de tenerse que someter a una cuestión de confianza para renovar el pacto de investidura, que es tanto como entregarle las llaves de la legislatura.

Los 'comuns' y el PSC

Este jueves también habrá que analizar cómo se dirige Aragonès a los comuns y al PSC. Si dentro de dos años la CUP le retirara la confianza, tendrá que mirar en dirección a otros escaños del Parlament si quiere salvar el mandato. Pero no le será fácil encontrar apoyos más allá de los estrictamente 74 diputados independentistas –de 135– que hay ahora. Aragonès se presentó a las elecciones del 14-F aspirando a una "vía amplia" que alineara a ERC, la CUP, Junts y los comuns remando en la misma dirección, pero la incompatibilidad de proyectos de los dos últimos lo ha hecho inviable. Además, la relación de Aragonès con los comuns se ha vuelto a enrarecer después de unas negociaciones de investidura frustradas que duraron 48 horas y que dejaron un mal sabor de boca a ambas partes. ¿Y el PSC? ERC se ha autoimpuesto el mantra que a los socialistas ni agua, hecho que los limita la política de alianzas y les complica el día a día parlamentario cuando se trata de gobernar en minoría.

Este jueves Aragonès abrirá el debate y, a continuación, intervendrán al menos los líderes parlamentarios de los otros dos grupos principales, PSC y Junts. Será un buen termómetro, sobre todo, para ver si las relaciones con sus socios de Govern están definitivamente reconducidas. De esto dependerá en buena parte la tranquilidad de los primeros meses de mandato. Una vez investido el viernes, tendrá que tomar posesión del cargo. Tendrá cinco días para hacerlo.

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