El Congreso aprueba la ley de amnistía en un pleno marcado por el 12-M

MadridCuatro meses después de que el PSOE la registrara en solitario, el pleno del Congreso ha aprobado la ley de amnistía con el apoyo de ERC, Junts y el resto de formaciones de la mayoría plurinacional. La norma pasa ahora en el Senado, donde el PP la retendrá dos meses antes de que regrese a la Cámara Baja para su aprobación definitiva. El camino hasta acordar un texto definitivo que convenciera tanto a los socialistas como a los republicanos y los junteros ha sido más largo de lo previsto y ha acabado coincidiendo con una circunstancia sobrevenida, que altera los planes del gobierno español: el adelanto electoral en Catalunya. Hace una semana, cuando la comisión de justicia avaló el redactado final de la norma, nadie esperaba que la luz verde del pleno llegaría al día siguiente de que el presidente del Gobierno, Pere Aragonès, anunciara la decisión de convocar los comicios el 12 de mayo.

El movimiento, que trastoca el tablero político, ha quitado protagonismo a la norma exigida por los independentistas para permitir que la legislatura española empezara a andar. En menos de 24 horas desde el anuncio, el clima preelectoral ya se ha instalado en la Cámara Baja. Si el pasado jueves el ejecutivo español proclamaba que el pacto a tres sobre la amnistía encauzaba la legislatura y garantizaba la aprobación de los presupuestos generales del Estado, este jueves las cuentas del 2024 ya han quedado descartadas a consecuencia del 12-M y la oposición suma un argumento más para poner en entredicho la estabilidad de la legislatura. "Las elecciones catalanas marcarán el inicio del fin de este gobierno", pronosticó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el debate.

Tanto la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, defendieron en declaraciones a los medios previos al debate de la amnistía que la legislatura durará igualmente cuatro años. En este sentido, fuentes del gobierno español aseguran que el adelanto electoral no les perjudica y sostienen que permite abrir un nuevo ciclo en Catalunya. Lo expresó en un mensaje a X el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tras la votación: "Abrimos un tiempo nuevo de convivencia y prosperidad en Catalunya", celebró.

También lo ha reivindicado el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, quien ha asegurado que gracias a la amnistía se pone fin al "tiempo del enfrentamiento" y ha confiado en que la ciudadanía catalana reconozca en las urnas el papel que han tenido en él los socialistas. El 12-M tendrán que elegir "si prefieren vivir en 2024 o volver a 2017", ha defendido. En cuanto a los partidos independentistas, tanto ERC como Junts han advertido de que si bien con la amnistía se da un paso para poner fin a la represión del Estado, no representa el punto y final al conflicto político.

La diputada republicana Pilar Vallugera ha afirmado que la norma es sólo "una primera parte, necesaria pero no suficiente, para resolver el conflicto" político. Una vez vigente, argumentó, el independentismo estará "en condiciones de afrontar el siguiente paso del conflicto: el ejercicio del derecho a la autodeterminación". "No vamos a parar hasta ejercerlo", avisó. Tras haber seguido el pleno desde la tribuna, el líder de los republicanos, Oriol Junqueras, defendió en una atención a los medios que ERC no está "aquí para garantizar la estabilidad de nadie".

El diputado de Junts Josep Maria Cervera también ha advertido que con la aprobación de la ley de amnistía "la única hoja que se gira es la de la represión" y ha esperado a que dé paso a una "ventana de oportunidad para negociar de tú a tú el futuro de Catalunya", que Junts quiere "libre". "Esto no es un punto final, seguimos", ha insistido la portavoz parlamentaria de Junts, Míriam Nogueras, en una atención a los medios posteriores.

En su intervención, Cervera también ha defendido la decisión de los junteros de retrasar la aprobación del texto con su "poco entendido y difícil" 'no' en el pleno del 30 de enero. "Nos lleva hoy a aprobar la mejor ley de amnistía posible", aseguró. Vallugera hizo referencia a este "susto" que para los republicanos no era necesario, porque consideraban que el anterior redactado de la norma ya incluía a todos y garantizaba la aplicación inmediata. A pesar de esta disparidad de criterios, ERC y Junts han querido poner en valor el entendimiento final y lo han escenificado tras el pleno con abrazos entre diputados de ambos grupos independentistas en el patio del Congreso. Una imagen que será difícilmente reproducible en los próximos meses, en la que se da por hecho que el Congreso se convertirá en un terreno baldío a consecuencia del 12-M.

Dos meses en el Senado

El Congreso enviará ahora la proposición de ley al Senado. Los populares modificaron el reglamento de la cámara alta, que dominan con mayoría absoluta, para retrasar la tramitación de la amnistía. Estará allí dos meses antes de volver a la Cámara Baja para su aprobación definitiva. La previsión de fuentes de la Presidencia del Congreso es que sea a finales de mayo, después de las elecciones catalanas. En estos dos meses, el PP podrá introducir modificaciones en el texto en forma de enmiendas así como vetarlo en conjunto, pero por mucho que haga ruido no podrá impedir que entre en vigor igualmente, tal y como se ha aprobado este jueves. A partir de entonces, la aplicación de la norma quedará en manos de los jueces.

Reproches cruzados por el adelanto electoral

La cámara baja ha sido escenario de reproches cruzados por el adelanto electoral. Por un lado, entre el PSOE y Sumar y, por otro, entre ERC y los comunes. Junqueras ha opinado que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, no debe estar "muy contenta" con el voto negativo de los comunes a los presupuestos catalanes por todo lo que ha comportado. Díaz ha cerrado filas con los comunes y ha criticado al PSOE por renunciar a presentar unas cuentas españolas para el 2024 sin consultar a Sumar. Los ministros socialistas han evitado absolver de responsabilidad a Díaz por lo que ha desatado el 'no' de los comunes mientras que la portavoz de la formación en la cámara baja, Aina Vidal, ha culpado a Aragonés y ha criticado que el PSC pusiera al Hard Rock como " línea roja".