Podemos marca territorio para no diluirse en el proyecto de Díaz
Los lilas defienden presentarse en coalición electoral con la plataforma Sumar
MadridUno de los últimos actos donde participó Yolanda Díaz antes de dar por cerrado el curso político fue en la escuela de verano que Podemos celebró en El Escorial a mediados de julio. Allí, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo compartió escenario con la secretaria de organización del partido lila, Lilith Verstrynge. Una puesta en escena que quería transmitir una imagen de unidad después de las tiranteces entre los lilas y el equipo de Díaz. Pero fue inevitable que los dardos volaran de forma más o menos velada. "Los partidos tienen que estar en el movimiento ciudadano, pero no tienen que ser el movimiento ciudadano", dijo Díaz. "Nuestro aliado electoral es Sumar", había afirmado antes Verstrynge. Hacía tan solo dos semanas que la vicepresidenta española había presentado públicamente Sumar, su nuevo proyecto político donde pretende aglutinar a la sociedad civil y los partidos a la izquierda del PSOE. Quiere, sin embargo, que las formaciones políticas tengan un papel absolutamente secundario y Podemos se resiste. Tanto es así que, tal como avanzó El País esta semana y ha confirmado el ARA, los lilas no quieren integrarse dentro de la herramienta electoral que acabe configurando Díaz, sino que en las próximas elecciones generales quieren presentarse en coalición y que Sumar sea un "aliado", como dijo Verstrynge.
El mensaje que lanza Podemos no es menor: lo que busca es mantener la identidad y el peso orgánico como partido y, de paso, asegurarse de que sus cuadros tendrán un lugar en la candidatura. Es decir, una negociación de cuotas a la que siempre se ha opuesto el equipo de Yolanda Díaz. La propia vicepresidenta española se distanció de cómo se había gestado la coalición de Por Andalucía, que acabó con tensión entre Podemos e Izquierda Unida. Y eso que las consecuencias de esta pugna llegaron incluso al Gobierno español: la ministra y líder de Podemos, Ione Belarra, destituyó a finales de julio al hasta hace pocas semanas secretario de Estado de la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, a quien sustituyó por Verstrynge.
Desde el entorno de la ministra de Trabajo han rehuido reiteradamente abrir el melón sobre cómo construir la candidatura electoral porque recuerdan que Díaz todavía no ha confirmado si se presentará para liderarla. Están centrados, repiten, en la primera fase de la plataforma: el proceso de escucha, donde quieren que el protagonismo sea ciudadano. Ahora bien, en Podemos hace semanas que admiten sentirse menospreciados por Yolanda Díaz y, a pesar de defender que es su candidata y que remarán a su lado, no quieren que el partido se diluya dentro del proyecto. "Espero que Podemos esté en las mejores capacidades y lo más fuerte posible para aportar a este proyecto político", decía Verstrynge en la conferencia del Escorial.
Las municipales y autonómicas
"Tanto Sumar como Podemos se están preparando para tener el mejor proyecto en estas elecciones", añadía Belarra esta semana en TVE, diferenciando claramente el proyecto de Díaz del de Podemos. Un mensaje que el partido lila ha lanzado pocos días después de que la vicepresidenta española admitiera públicamente lo que su equipo decía en privado: que Sumar no estaría a punto para las elecciones municipales y autonómicas del año próximo. De hecho, el entorno de Díaz siempre ha presentado el proyecto en clave estatal. Por eso en Podemos ya empiezan a trabajar para presentar el máximo de candidaturas en el territorio para los comicios de mayo de 2023. En Catalunya, por ejemplo, los lilas han llegado a un acuerdo con Catalunya en Comú para presentar candidaturas conjuntas y evitar la competición electoral que hubo en 2019 en algunos municipios.
Después de lanzar públicamente Sumar, ahora Yolanda Díaz se ha tomado unos días de descanso y no prevé retomar el proceso de escucha hasta finales del mes de agosto. Deja reposar, así, unas tensiones que seguro que volverán a aflorar en otoño.