Elecciones españolas

Sánchez y Feijóo ante un cara a cara que puede decantar el 23-J

El líder del PSOE basa la remontada en demostrar que el líder del PP no está preparado y en evidenciar el "retroceso" de pactar con Vox

Vicente Vallés y Ana Pastor viernes al plató donde se celebrará el cara a cara
09/07/2023
3 min

MadridEl que puede ser el momento clave de esta campaña se disputa el lunes por la noche con el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo que se emite en Atresmedia (22 h). Será la gran oportunidad para ver la solidez con la que uno y otro defienden sus argumentos de cara al 23 de julio, pero también para conseguir un gran titular o lanzar una pregunta incómoda que deje descolocado al rival. Serán, seguramente, los minutos más trascendentales de la campaña electoral y a los que deposita buena parte de las esperanzas el candidato del PSOE, que este fin de semana ha dejado de lado los tradicionales mítines y se ha encerrado en la Moncloa para preparar la cita. 

Sánchez había pedido hasta seis cara a cara con Feijóo argumentando que era la mejor manera de contraponer modelos y, finalmente, el PP ha aceptado uno. Se ha puesto de manifiesto que Feijóo no habría hecho ninguno si fuera por él y que Sánchez se sabe superior y mejor preparado. Esto puede ser un arma de doble filo y en Ferraz son conscientes de que buscar la humillación puede no dar frutos. “Respeto absoluto al adversario político. Feijóo lleva toda la vida en política y esto le da un bagaje muy importante para afrontar el debate. No es un principiante”, asumen fuentes del PSOE. No es que Sánchez haya dejado de pensar que gobernar el Estado “le va grande” al líder del PP, tal como le ha dicho en algún cara a cara en el Senado, sino que es preferible que la conclusión la saquen los ciudadanos en vez de sentenciarlo él como acusación. 

Y es que Sánchez tampoco es un principiante. De hecho, el último cara a cara en una campaña fue el 14 de diciembre de 2015 y lo enfrentó al entonces presidente español, Mariano Rajoy. Esa vez el líder del PSOE, como jefe de la oposición, fue quien adoptó un tono más duro –como hace ahora Feijóo alrededor de la caricaturización de lo que representa el sanchismo– con el recordado “Usted no es decente”. Sorprendido y acorralado por la corrupción en su partido, Rajoy calificó aquel ataque de “malo, mezquino y despreciable”. Sánchez también pidió al líder del PP en ese debate que lo escuchara, “que quizás aprendía algo”. El líder del PSOE tendrá que equilibrar, por un lado, el tono contundente a la hora de señalar el “retroceso” en términos de derechos y libertades que implican los acuerdos de la formación conservadora con Vox, y, por el otro, la exposición pedagógica de la gestión económica de su gobierno.  

“El PSOE tiene que saber gestionar las expectativas generadas en un debate en el que por primera vez en 27 años el líder de la oposición llega con más apoyo demoscópico que el presidente del gobierno”, señalan fuentes del PP. Su diagnóstico es que Sánchez necesita salir claramente vencedor del debate para que la remontada a la que aspira la izquierda se pueda consumar en las urnas, mientras que a Feijóo le bastaría con salvar los muebles. El líder del PP cuenta con la teórica ventaja de que el votante de derechas está muy movilizado y que es Sánchez quien tiene que cargar de razones al electorado progresista para ir a las urnas y también convencer a los votantes moderados que todavía dudan. De entre la gran audiencia que se espera, habrá espectadores que podrían coger la papeleta tanto del PSOE como la del PP. “Pido un voto prestado a la gente de derechas”, afirmaba el candidato socialista este domingo en una entrevista en eldiario.es.

El bipartidismo

Probablemente, muchos de estos electores que recelan de la influencia de Vox por un lado y de Unidas Podemos por el otro –ahora Sumar– apostarían por la fórmula que pide Feijóo: que si queda primero, el PSOE se abstenga y lo deje gobernar. Dirigentes y candidatos socialistas repiten el mensaje de que esto ya se hizo en 2016 y de que el “PSOE de ahora es otro”, anotan fuentes de la dirección. Sería un suicidio abrir esta puerta en plena campaña porque podría propiciar fuga de votantes hacia el PP y hacia Yolanda Díaz, que este domingo recelaba desde Sevilla de un “cara a cara de zascas entre dos hombres que miran al pasado”. Efectivamente, de la fotografía que se verá, Sánchez contra Feijóo y Feijóo contra Sánchez, el bipartidismo saldrá beneficiado.

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