HACIA EL 4-M

Las elecciones madrileñas: una partida de ajedrez entre bambalinas

Detrás de la batalla del 4-M está la pugna entre Redondo y MAR, jefes de gabinete de Sánchez y Ayuso

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Una partida de ajedrez entre bambalinas
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BarcelonaAficionado al ajedrez, el director del gabinete de la presidencia del gobierno español, Iván Redondo, acostumbra a recurrir a metáforas relacionadas con el juego de mesa cuando quiere hablar de política. A pesar de que a él le gusta hablar de sí mismo -y de los asesores en general- como uno de los peones, en realidad hace tiempo que actúa como el jugador que mueve todas las piezas del tablero. El protagonista de una partida que el 10 de marzo pasado lo llevó a poner en marcha una moción de censura en Murcia de la mano de Ciudadanos, un movimiento que tenía que romper el bloque de la triple derecha y abrir una nueva sintonía entre el PSOE y el partido naranja en el Estado pero que fue respondido desde el otro lado del tablero con la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid. El adversario de Redondo esta vez era nada más y nada menos que Miguel Ángel Rodríguez, ex mano derecha de José María Aznar en sus primeros años en la Moncloa y ahora asesor áulico de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Redondo y Rodríguez -conocido popularmente como MAR desde su etapa de polémico portavoz del gobierno español- son las dos figuras que se esconden detrás de las bambalinas de la partida que desembocó en las elecciones de Madrid. “Podrían ser el hermano mayor y el pequeño”, opina un veterano exdirigente del PP que ha trabajado con los dos y que ve similitudes pero también algunas diferencias capitales entre ellos: “Miguel Ángel no se quema en las decisiones del día a día, esto le permite coger perspectiva y pensar a medio plazo. A Redondo, en cambio, le gusta estar en todas las batallas, es muy cortoplacista y siempre busca los golpes de efecto”, explica a modo de resumen.

También sus trayectorias y la concepción de su trabajo son diferentes. Redondo lo encara desde una vertiente más profesionalizada -forma parte de la generación que se ha empapado de la forma de trabajar de la política norteamericana - y que pone la estrategia por encima de la ideología, como demuestra el hecho de haber podido trabajar con el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, y el expresidente extremeño José Antonio Monago -los dos del PP- antes de convertirse en la mano derecha de Pedro Sánchez.

Badalona y la inmigración

Igual que ahora con el presidente español, con Albiol y Monago también fue capaz de tejer una capacidad de influencia directa sobre el candidato que incomodaba el resto de miembros de los equipos. “Tiene instinto y es osado”, recuerda un compañero suyo en aquellas campañas de Badalona en las que Albiol -asesorado directamente por Redondo- empezó a vincular sin escrúpulos inmigración e inseguridad. “Con esto ganarás las elecciones”, cuchicheaba entonces Redondo a la oreja de un Albiol que protagonizaría la precampaña de aquellas elecciones municipales de 2007 con un vídeo titulado Siete minutos - que todavía se puede encontrar en YouTube- y que fue calificado por el resto de grupos como xenófobo y racista. Albiol obtuvo siete regidores. Faltaban cuatro años para hacer realidad la profecía de Redondo, que en 2011 ya hacía tiempo que se había ido de Badalona en busca de otros desafíos. Nuevos retos que encontró en Extremadura después de un paso breve por la política vasca con el candidato del PP Antonio Basagoiti. Con Monago, a quien también consiguió llevar hasta la presidencia, Redondo acabó de perfilar esta aureola de superasesor que ganaba poder e influencia al mismo tiempo que generaba suspicacias y enemigos. Todavía faltaban unos años para unir su camino con el hombre con quien dio el salto definitivo: Pedro Sánchez.

Miguel Ángel Rodríguez, en cambio, no tiene esta maleabilidad. Su carrera va ligada solo al PP y, más concretamente, a José María Aznar. Es Aznar quién lo fichó cuando era un joven periodista de El Norte de Castilla para que fuera el portavoz de su gobierno en Castilla y León. La apuesta duró solo un año. Suficiente tiempo para que Rodríguez demostrara su condición de polemista que ya no le abandonaría. En 1989 Aznar lo cesó, pero cinco meses después lo recuperó para dar el salto a Madrid y disputarle la presidencia al PSOE. De MAR es la célebre frase “Váyase, señor González ” con la que Aznar tuvo suerte ante un PSOE carcomido por los años en el poder y los casos de corrupción.

Caída y rescate de MAR

Con la llegada a la Moncloa en 1996, Aznar nombró a Rodríguez secretario de estado de Comunicación y portavoz del gobierno español. Esta vez duró dos años. En 1998 dimitió, víctima una vez más de su incontinencia verbal. Medio país había pedido su cabeza después de convertir las ruedas de prensa de los viernes después del consejo de ministros en una batalla campal. Mantendría la beligerancia después como tertuliano -con condenas por injurias incluidas-, pero sería otra colisión la que le haría tocar fondo en 2013, cuando topó contra tres coches un anochecer volviendo a casa bebido y cuadruplicando la tasa permitida de alcohol al volante. El vía crucis de MAR se acababa en 2019, cuando Isabel Díaz Ayuso -a quién había conocido en 1996 cuando ella estudiaba periodismo y hacía una tesis sobre la comunicación de Aznar- lo reclutó para el gobierno de Madrid. Ahí ha recuperado su influencia, ahora lejos de los micrófonos y escondido en las bambalinas, desde donde continúa jugando una partida de ajedrez contra Redondo que no se acabará el 4 de mayo.

Los jefes de gabinete de Ayuso y Sánchez
  • Miguel Ángel Rodríguez Cargo: director del gabinete de Isabel Díaz Ayuso Edad: 57 años Lugar de nacimiento: Valladolid Trayectoria: portavoz de José María Aznar en el gobierno de Castilla y León y en la Moncloa.
  • Iván Redondo Cargo: jefe de gabinete de Pedro Sánchez Edad: 40 años Lugar de nacimiento: San Sebastián Trayectoria: antes de Sánchez asesoró a Xavier Garcia Albiol, Antonio Basagoiti y José Antonio Monago.
Dosier Ayuso, el nacionalismo castizo
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