Feijóo pone rumbo al nuevo PP alejándose de Vox y sin concesiones al independentismo

El dirigente gallego es elegido oficialmente con el 98,35% de apoyo de los compromisarios reunidos en Sevilla

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Alberto Núñez Feijóo después de ser elegido presidente del PP

SevillaEl nuevo PP empieza a andar, ahora ya sí, de la mano de Alberto Núñez Feijóo. El dirigente gallego ha sido elegido oficialmente como nuevo presidente del PP con el 98,35% de los votos de los compromisarios que han participado en el congreso que el partido celebra desde este viernes en Sevilla y que ha acabado este mediodía. En total, de los 3.111 compromisarios, de los cuales 2.663 han sido votos válidos y 2.619 votos para Feijóo. Ha habido 44 votos en blanco y 7 nulos. Al día siguiente de la última despedida de Pablo Casado al frente del partido, el dirigente gallego ha cogido las riendas con un objetivo, llegar a la Moncloa, y dos premisas claras: alejarse de Vox ofreciendo una alternativa "seria" de gestión en el Gobierno de Pedro Sánchez; y, a pesar de rebajar los decibelios, no hacer ninguna concesión al independentismo.

Alberto Núñez Feijóo ha intentado insuflar optimismo y confianza a los cuadros del partido, consciente de la profunda fractura a la que ha sumergido el partido la batalla entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Los trece años de gobierno en la Xunta y haber conseguido cuatro mayorías absolutas lo avalan. De hecho, Feijóo quiere importar al Estado su modelo de gobierno autonómico y esto pasa, de entrada, por ensanchar la base electoral de la formación conservadora, que se ha ido adelgazando durante los cuatro años que Pablo Casado ha estado al frente del partido. El dirigente gallego rehúye la política crispada y dice que quiere hacer "política de adultos" -la misma que defiende Mariano Rajoy, en quien se refleja, en su último libro-. Pretende alejarse, así, de Vox y que los votantes que dieron el salto al partido de Santiago Abascal vuelvan a "la alternativa" de gobierno que supone el PP: "Lo demostraremos con responsabilidad y sosiego". Mientras tanto, Feijóo ofrece una oposición dialogante a Pedro Sánchez, pero con condiciones: "Que no se equivoquen, moderación no es tibieza, diálogo no es sometimiento".

"Guárdense los carnés de demócratas, de gente del común, de españoles y de patriotas. Guárdense las soflamas y empiecen a trabajar como adultos. Dejen de ser más españoles que nadie, más patriotas y del común que nadie", ha espetado Feijóo, en un mensaje dirigido al partido de Santiago Abascal, pero también a los socialistas. El dirigente gallego se ha desmarcado de la extrema derecha obviando, sin embargo, que a su reinado ya le pesa un pacto de gobierno con Vox en Castilla y León. "No somos un partido de mera contestación, de rechazo o consigna, somos un partido de gobierno", ha insistido. De hecho, Feijóo ha remarcado el perfil "europeísta" del PP y lo ha querido visualizar invitando al presidente de los populares europeos a la Eurocámara, Manfred Weber; el presidente del PP europeo, Donald Tusk -crítico con el pacto de gobierno en Castilla y León-, y también el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas. Las palabras de Feijóo sirven, además, de antesala para las próximas elecciones en Andalucía, donde el PP se juega mantener el gobierno de la Junta y parar el crecimiento de Vox, que podría exigir entrar en gobierno.

El nuevo camino emprendido por el todavía presidente de la Xunta de Galicia -prevé dejar el cargo este mes de abril- tendrá que convivir con la otra alma del partido, la que representa la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. La dirigente popular volvió a demostrar este viernes que su estilo y su estrategia difiere de la de Feijóo. Ayuso volvió a hacer un discurso de contrapeso al Gobierno español, una táctica que había tensado la relación con la dirección de Casado. También Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, o el propio Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, se alinearon con el discurso estridente y visceral de Ayuso. A pesar de la alianza Feijóo-Ayuso para desbancar a Casado del frente del PP, ahora el interrogante es ver si es posible esta convivencia.

Aviso al independentismo

"Respeto la unidad y la soberanía de nuestro país y esto está por encima del presidente del PP y por encima de todo. Nuestra soberanía no se negocia con nadie, nuestra integridad territorial no se negocia con nadie". El mensaje de Feijóo iba claramente dirigido al independentismo, pero también al Gobierno de Pedro Sánchez, que ha abierto una vía de diálogo con la Generalitat para resolver el conflicto catalán. El dirigente gallego había modulado hasta ahora las formas, pero el día de su coronación ha dejado claro que el fondo es el mismo que el de sus predecesores: ninguna concesión al independentismo.

"No somos independentistas, nacionalistas ni condescendientes con el independentismo", ha insistido. El dirigente gallego ha vuelto a mostrarse como el principal garante de la Constitución. Lo ha hecho después de que la eurodiputada del PP Dolors Montserrat hubiera relacionado el independentismo con el presidente ruso, Vladímir Putin: "Putin ha encontrado aliados en los extremos y en los separatismos para debilitar los pilares de nuestra democracia desde dentro de Europa".

El estado de las autonomías es el modelo que preservar en el Estado, la vía que, según Feijóo, ha funcionado desde la Transición: "Somos el partido que defiende la España de las autonomías, la unidad dentro de la diversidad". Y en este punto, ha aprovechado para desmarcarse también del discurso de Vox, que defiende la disolución del estado autonómico. "El PP no es un partido confederal, sino nacional, autonomista y que defiende la nación española", ha apuntado.

El adiós de Casado

Las primeras palabras del dirigente gallego como flamante líder de los populares han estado para recordar el legado de sus predecesores. El de Casado, pero sobre todo el de José María Aznar y Mariano Rajoy, a los que ha presentado como sus "referentes". Una vez clausurado el congreso, Feijóo se ha rodeado en el escenario del auditorio de los presidentes autonómicos y también ha recibido el abrazo de Pablo Casado. Este sábado el ya expresidente del partido ha saludado a Isabel Díaz Ayuso cuando ha llegado al auditorio, una imagen que este viernes el partido evitó mostrarla en la realización de las imágenes del congreso. Varios dirigentes del PP han despedido a Casado, como la nueva secretaria general, Cuca Gamarra, que ha asegurado que "entiende" la decisión de Casado de abandonar todas las responsabilidades del partido, mientras que el exportavoz de los populares en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, crítica con la gestión del expresidente popular, ha añadido que era la decisión "correcta".

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