Felipe VI no tiene quien lo escuche
BarcelonaFelipe VI no tiene quien lo escuche. Después de años de mirar hacia otro lado con las cosas de la Corona, ahora lo que se lleva es taparse los oídos y silbar. Las reacciones este domingo a su discurso de Nochebuena, en el que apeló a la "responsabilidad" de los partidos, han sido una exhibición más de la capacidad de los partidos estatales de llevar el agua a su molino. Uno tras otro, PSOE, PP, Ciudadanos e incluso Vox han salido a aplaudir el discurso del monarca y a darle la razón sin que ninguno de ellos se haya sentido interpelado por sus palabras, en las que pedía una "reflexión profunda" sobre el bloqueo en el estado español y avisaba de que "la convivencia" estaba en juego si no se le ponía freno. Todo el mundo está de acuerdo pero nadie tiene la culpa. La magia de Navidad.
Bueno, para ser justos, sí hay alguien que tiene la culpa. Los otros. Este ha sido el mensaje implícito de las reacciones de los partidos españoles desde este sábado por la noche, empezando por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ganador este año de la tradicional carrera por ser el primero en reaccionar al discurso del rey y que ha sido también el primero en utilizar las palabras de Felipe VI para falcar la posición de su partido: "Compartimos el gran discurso del rey en defensa de la Constitución, el legado de la Transición y la fortaleza de las instituciones ante los desafíos que afrontamos. Confiamos en España y en el futuro que podemos construir unidos", ha tuiteado. Ni una palabra del bloqueo -inconstitucional- de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, claro, y apelaciones a un "futuro" -post Pedro Sánchez, se entiende- en el que ya sí se pueda hacer algo.
Reacciones calcadas desde Vox y Ciudadanos, que han agradecido a Felipe VI que recetara "unidad, convivencia y unas instituciones fuertes". Porque ya se sabe que el insulto constante desde la tribuna del Congreso y el abuso de los tribunales -el regalo de Navidad avanzado de Vox a Sánchez fue el viernes, cuando presentó una querella contra él por rebelión- fortifica la democracia.
Pero también desde el lado del PSOE se han hecho el sueco ante los llamamientos de Felipe VI. La reacción de los socialistas ha sido también la de aplaudir la figura del jefe del Estado por su conciencia de los "retos del país", y por haber percibido que "solo desde la unidad, el respecto a la Constitución y la integridad de las instituciones en tiempos difíciles España puede avanzar". Difícil encontrar las siete diferencias con los mensajes de PP, Cs y Vox, más allá de la crítica implícita que se desprende de la frase "respeto a la Constitución" en un momento en el que el PSOE se pasa el día cuestionando que el PP no cumpla su obligación de renovar el CGPJ.
La nota discordante la ha puesto Íñigo Errejón, el único que desde Madrid ha admitido que el rey no daba la razón a su tesis: "Llamar polarización al secuestro de las instituciones es elegir", ha lamentado.
Reproches desde Catalunya
Y si en Madrid la carrera por ser el primero en reaccionar al discurso del rey es una tradición, en Catalunya lo que no falla es que la respuesta al discurso del monarca llegue siempre desde el homenaje a Francesc Macià, muerto un día de Navidad de hace 89 años. La liturgia siempre es la misma: ofrenda floral a la tumba, mensaje reivindicando el legado del ex president y reafirmando el compromiso con la independencia y dardo al rey en declaraciones después a los medios. Este año no ha sido una excepción, y con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, al frente, desde el cementerio de Montjuïc se ha criticado que Felipe VI pida prestigiar las instituciones cuando la Corona es, ahora mismo, una de las que arrastra más descrédito.
