La geometría variable era asunto de Convergència i Unió

El Govern acaba de pactar dos de las iniciativas probablemente más importantes de la legislatura con dos socios diferentes, y ninguno de ellos es independentista

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Aleix Moldes
3 min
Pere Aragonès y Jéssica Albiach firmando el acuerdo presupuestario al Palau de la Generalitat.

En 2010, a la tercera, Artur Mas consiguió recuperar la presidencia de la Generalitat para Convergència i Unió. Con 62 diputados fue el vencedor claro de aquellos comicios, a pesar de que se quedó a seis diputados de la mayoría absoluta. Es decir, se vio obligado a hacer aquello que cuesta tanto a los políticos pero que cada vez es más inevitable: pactar. Para la investidura se encontró con la mano extendida del PSC, la segunda fuerza de la cámara. A cambio, CiU se comprometió a cumplir 18 puntos, a pesar de que, ya se sabe como van estas cosas, al final los socialistas se acabaron quejando que la mayoría se habían quedado en simples palabras. Para los dos presupuestos que salió adelante aquella legislatura, CiU confió en el PP, a pesar de que la mayoría absoluta de los populares al Estado pronto empezó a enrarecer las relaciones. Y todavía sumó otro socio clave en la parte final del mandato: con ERC se comprometió, justo antes de disolver el Parlamento, a convocar un referéndum de autodeterminación en la siguiente legislatura.

A aquel intercambio de socios en función del momento o del tema se le dijo geometría variable, y Mas y su gobierno no dudaron en hacer gala de su capacidad de llegar a acuerdos a ambos lados del arco parlamentario. A CiU solo le duró dos años. A partir de 2013 fue exclusivamente ERC el socio que tuvo al lado en los momentos clave. Le pasó lo mismo a Carles Puigdemont con la CUP y, aún con más dificultades, a Quim Torra en la pasada legislatura. Han pasado siete meses desde que Pere Aragonès fue investido presidente, y desde el primer momento se ha evidenciado que no tendrá un mandato fácil. Sin socio estable, tiene que sudar para salir adelante cada proyecto y los problemas a menudo empiezan en casa, cuando ERC se tiene que entender con su socio de gobierno, JxCat. Pero también ha quedado claro durante estos meses que poco a poco se van moviendo las trincheras que los partidos habían cavado durante los años más intensos del Procés.

El Govern acaba de pactar dos de las iniciativas probablemente más importantes de la legislatura con dos socios diferentes, y ninguno de ellos es independentista. El jueves se acabó de formalizar en el hemiciclo del Parlamento el acuerdo presupuestario con los comuns y, cuando solo habían pasado unas horas, el PSC, ERC y JxCat anunciaban un acuerdo global para desbloquear organismos como el Síndic de Greuges y el consejo de gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. La CUP ahora está focalizada en “desestabilizar” al ejecutivo, pero sin los anticapitalistas no habría habido investidura. Parece, pues, que vuelve la geometría variable, a pesar de que Aragonés insista que su socio prioritario es la CUP. Esto puede permitir al Gobierno tener varias opciones en la recámara teniendo en cuenta, claro , que los objetivos serán más dispersos de lo que nos habíamos acostumbrado a ver los últimos años.

EL DETALLE

Las alianzas electorales a menudo hacen engordar los nombres de las candidaturas. Cuando, además, cambian sin que haya pasado suficiente tiempo para consolidarlas, es normal que se produzcan confusiones. Esta semana en el Parlament las dos vicepresidentas de la mesa, una de ERC y la otra del PSC, debatían si la CUP ahora se llama también Un Nou Cicle per Guanyar o si continúa con la Crida Constituent de 2015.

El PP pensó que la mejor troleada que podía hacerle al PSOE (y a los partidos independentistas) era votar a favor de una enmienda de protección a las lenguas minoritarias en el Senado y así aplazar por unos días la aprobación definitiva de los presupuestos del Estado . Mientras el senador del PP Javier Maroto charlaba con periodistas, el presidente del Senado , el socialista Ander Gil, quiso jugar un poco: “Buenas tardes, boas tardes ”.

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