Iglesias vuelve a condicionar la campaña de los comunes

Las palabras del vicepresidente sobre la democracia española acaban eclipsando el mensaje de campaña

3 min
Pablo Iglesias y Jéssica Albiach este sábado en Santa Coloma de Gramenet

Barcelona / MadridCuando Pablo Iglesias irrumpe en la campaña electoral de unos comicios catalanes, no deja a nadie indiferente. De hecho, puede acabar marcando la agenda. Desde que el lunes el ARA publicó una entrevista con el actual vicepresidente segundo del gobierno español en la que aseguraba que en España no había una situación de plena "normalidad democrática", los partidos de la derecha han salido en tromba a cargar contra Iglesias y lo han puesto, así, en el centro del debate. También se ha sumado a ello su socio de gobierno en el Estado, el PSOE, que se ha desmarcado abiertamente de sus palabras, hecho que ha abierto la enésima grieta en la coalición. Esto ha provocado que esta cuestión haya acabado eclipsando a la candidata de los comunes para el 14-F, Jéssica Albiach, que ha tenido que ir a remolque de este caso en la recta final de la carrera electoral y que ha visto cómo la cuestión protagonizaba también algunos de los platos fuertes de la última semana, como la visita de la ministra Yolanda Díaz.

No es la primera vez que Iglesias acaba marcando una campaña electoral catalana. Hace tres años, justo empezar la campaña ya lanzó una afirmación que trajo cola. El líder de Podemos acusó al independentismo de haber "contribuido a despertar el fantasma del fascismo" con sus "mentiras". Hacía apenas dos meses del 1-O y las palabras de Iglesias generaron un ruido que se arrastró durante toda la campaña, porque los partidos independentistas lo aprovecharon para cargar de lo lindo. Dos años antes, a pocas horas de que empezara oficialmente la campaña del 27-S, Iglesias apelaba a la "gente de barrio que no se avergüenza de tener abuelos andaluces o padres extremeños" a salir a votar por Catalunya Sí que es Pot. También le censuraron estas palabras desde las filas independentistas.

Esta vez, sin embargo, las han aplaudido. Ahora bien, lo cierto es que después del ruido político y mediático que generaron afirmaciones como las del 2017 o también las de esta semana, los comunes acaban siendo los grandes damnificados. No tanto porque las palabras de Iglesias los puedan perjudicar o no, sino porque acaban desviando el mensaje de campaña. De todas maneras, sí que hay voces del partido que temen que cuestionar la democracia española les provoque algún escape de votos hacia el PSC, a pesar de que también aspiran a ganarlos por el lado independentista. En el seno de la formación, en general, las palabras de Iglesias esta vez no han generado críticas internas, a pesar de que sí ha habido algunas voces que admiten que no se han acabado de sentir del todo cómodas.

Ahora bien, nada comparable con el malestar interno que generó la comparación que Iglesias hizo entre los exiliados independentistas y los republicanos que huían del franquismo, antes de empezar la campaña. Según varias fuentes consultadas, varios miembros de la ejecutiva pidieron a la cúpula de los comunes que exigiera una rectificación al vicepresidente español porque no estaban de acuerdo. Iglesias no rectificó, pero intentó contextualizar sus palabras dejando claro que las épocas eran diferentes.

Temor entre los socios de Sánchez

A pesar de comulgar con las palabras de Iglesias, hay cierto malestar entre los socios de Pedro Sánchez en el Congreso por la deriva de Podemos en los últimos meses. Diferentes partidos independentistas consultados por el ARA consideran que la estrategia de choques constantes políticos con el PSOE no hace más que fortalecer a Pedro Sánchez. Defienden que para mantener un gobierno progresista hace falta un PSOE débil y que por eso Iglesias tendría que ir más allá de la "gesticulación política" y demostrar capacidad de gestión.

El 14-F ha endurecido la competición entre los socios de coalición en el gobierno español. No solo por si España es una democracia plena o no, sino también por otras medidas como la reforma del Código Penal, para que no se repitan casos como el de Pablo Hasél, o bien la ley trans y la ley de igualdad de trato, conocida como ley Zerolo, abanderada por los socialistas.

A pesar de todo, este viernes Pablo Iglesias vuelve a Catalunya para cerrar la campaña de los comunes. A diferencia del líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del PP, Pablo Casado, Iglesias solo habrá intervenido dos veces en la campaña. Ahora bien, muy probablemente habrá acabado marcando la recta final.

stats