Crisis de la monarquía

La justicia británica rechaza que Juan Carlos I esté amparado por la Casa del Rey

Era uno de los argumentos clave de la defensa del emérito para reclamar su inmunidad en el caso de acoso a Corinna

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Joan Carles I y Corinna, en una imagen de archivo

LondresJuan Carlos I no forma parte de la Casa del Rey. Así lo han dictaminado los dos jueces del Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales en la exposición de motivos publicada este martes relativa al caso de acoso presentado por su examante, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 58 años. Se deshace así definitivamente uno de los argumentos clave de la defensa del emérito para sostener su inmunidad ante los tribunales británicos. "No se puede imaginar que el acusado se describa en ningún sentido como parte de la Casa del Rey. No vive con su hijo (ni siquiera en el mismo país), ni tiene ningún papel secundario en su obra", dice el juez Peter Jackson en su resolución. "No creo que el argumento tenga ningún potencial de éxito real", remacha. Con todo, los jueces han admitido que Juan Carlos I podrá recorrer parcialmente la decisión de retirarle totalmente la inmunidad.

En cuanto se diriman otras cuestiones preliminares, como por ejemplo si es pertinente que se le comunicara al emérito por WhatsApp que hacía frente a una demanda, o las cuestiones relativas a la inmunidad en cuanto a los hechos denunciados por el examante que tuvieron lugar antes de la abdicación, la vista saldrá adelante en el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales. En consecuencia, salvo que se llegue a un acuerdo extrajudicial –parecido al que el príncipe Andrés acabó pactando en febrero en la demanda civil en Nueva York por presuntos abusos sexuales– es muy probable que Juan Carlos I tenga que sentarse al banquillo de los acusados por acoso.

En la vista de la semana pasada, en la que los jueces Jackson y Nicholas Underhill dieron permiso al emérito para recurrir en favor de su inmunidad en el caso de acoso, el abogado de Juan Carlos I, Timothy Otty, insistió que cualquier decisión sobre el anterior monarca afecta a Felipe VI. "Esto es del todo correcto", explica el juez Jackson, pero reduce el término a una "etiqueta", una característica de la "peculiaridad del vocabulario español, que no puede dar luz" sobre la cuestión de la inmunidad. Los magistrados apuntan, incluso, que España "no ha mostrado ningún interés por el tema de la inmunidad en esta materia". Lo mismo ya había dicho el juez Matthew Nicklin de la instancia inferior en la sentencia de marzo de este año en que denegaba protección al emérito. Nicklin recordó que su posición habría sido más cómoda si alguna autoridad española hubiera aclarado de forma concreta cuál era la condición de Juan Carlos.

La resolución emitida este martes sugiere que solo tres de los cinco puntos que la defensa había presentado para apelar podrían seguir adelante basándose en la ley de 1978 y la Convención de Viena. Los dos jueces han valorado los argumentos del rey en la parte de la demanda que Corinna zu Sayn-Wittgenstein dice que los hechos se produjeron antes de la abdicación, el 2014. En cuanto al resto de puntos sobre los cuales quería apelar la defensa del emérito, para el juez Jackson hace falta una discusión a fondo para ver si los hechos descritos en la demanda se llevaron a cabo con el demandado actuando de manera pública o privada.

"Creo que el problema no es sencillo y, en última instancia, puede ser que la cuestión de la inmunidad no se pueda resolver adecuadamente (respecto a todos o algunos de los actos denunciados) en esta etapa. Pero creo que el asunto tendría que ser investigado por el Tribunal en el marco del recurso de casación", expone. Decida lo que decida el Tribunal de Apelación, una parte de las reclamaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein saldrán adelante. "Está claro que incluso si el acusado tiene éxito por los motivos 1, 2 y 4 [relativos a las fechas y al hecho de si el rey actuó en cuanto que privado o público] esto no tiene por qué ser fatal para la reclamación de la demandante, puesto que alega actos de acoso posteriores a la abdicación y para los cuales, por lo tanto, no puede haber inmunidad", sostiene Jackson.

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