Elecciones en Madrid

Madrid se encamina hacia una votación en plena cuarta oleada del coronavirus

El debate sobre el peligro de unas elecciones en pandemia no se ha abierto después del éxito sanitario del 14-F

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Cues al  Madres Concepcionistas, del distrito de Sarriá-Sant Gervasi, en Barcelona

MadridA pesar de que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, haga llamamientos a evitar la cuarta oleada del coronavirus, los efectos de Semana Santa ya se han empezado a notar en la curva de contagios. Una circunstancia, sin embargo, que no ha afectado el clima de las elecciones en la Comunidad de Madrid del 4 de mayo, que a diferencia de las catalanas no se han visto inmersas en ningún debate sobre si suponen un riesgo a nivel sanitario. De hecho, probablemente porque el experimento del 14-F solo perjudicó la participación sin implicar un incremento de positivos, tal y cómo explicó el ARA un mes después de los comicios.

La capital española es, por detrás de Euskadi –y Ceuta y Melilla, que quedan fuera de la comparativa–, la segunda comunidad autónoma con más incidencia acumulada de los últimos 14 días, con 348 casos por cada 100.000 habitantes este jueves. La cuarta oleada ya se está dibujando porque diez días atrás, a un mes del 4-M, era de 272. En Madrid hace semanas que las medidas no cambian: el toque de queda es a las 23 horas, no hay confinamiento perimetral –se impuso por Semana Santa por orden del Consejo Interterritorial de Salud – y los bares y restaurantes están abiertos con limitaciones de aforo a seis personas por mesa. Las restricciones que permitieron poner fin a la tercera oleada –con confinamientos quirúrgicos por zonas básicas de salud– son las mismas que se mantienen durante la tendencia a la alza actual. De momento el gobierno en funciones de Isabel Díaz Ayuso no toca nada y está centrado en la campaña electoral.

Lo cierto es que el contexto era diferente en Catalunya un mes antes de los comicios. Cuando el Govern firmó un decreto para aplazar los comicios hasta el 30 de mayo la incidencia acumulada era de 561, y se acabaron celebrando el 14 de febrero por orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya con 325. En Madrid está pasando lo contrario, pero las autoridades sanitarias confían que la cuarta oleada no sea tan pronunciada como las anteriores, sobre todo por el efecto de la vacunación. Con todo, hay comunidades autónomas que están poniendo el grito en el cielo por el hecho que el presidente español, Pedro Sánchez, no quiera prorrogar el estado de alarma a partir del 9 de mayo, un mecanismo que hasta ahora ha dado margen a los presidentes autonómicos para aplicar medidas restrictivas.

Precaución en los colegios

Si los contagios incrementan en las próximas semanas, el gobierno madrileño no quiere que sea por la jornada electoral y lo que ha hecho es prácticamente calcar las medidas que la Generalitat estableció el 14-F. Una de las más destacadas es situar de las 10 a las 12 horas del mediodía la franja recomendada para las personas más mayores de 65 años, los adultos con discapacidades y sus cuidadores. La última hora de la jornada, de 19 h a 20 h, es la prioritaria para los contagiados y los contactos estrechos de casos positivos. En este caso, los miembros de la mesa no estarán obligados a colocarse el equipo de protección individual.

Así, la dinámica será muy parecida a la de Catalunya: se recomienda llevar el voto de casa, el elector solo podrá entrar en el colegio para depositar el sobre, habrá recorrido de entrada y de salida para evitar contactos, los miembros de la mesa no tocarán el DNI, y habrá marcas indicativas en el suelo, un responsable de seguridad sanitaria en cada centro de votación y mascarillas quirúrgicas, guantes y gel en la entrada. Los presidentes y vocales tendrán que mantener una distancia de dos metros entre ellos –si no es posible, de 1,5– y tendrán a su disposición dos mascarillas FFP2 y una pantalla facial que no es obligatoria. Las mesas estarán a tres metros entre ellas y se desinfectarán cada tres horas.

Habrá que ver si, como en Catalunya, hay un alud de peticiones de miembros de las mesas para quedar exentos. Fuentes consultadas explican que los próximos días se dará una primera cifra de las alegaciones que se han hecho llegar a la Junta Electoral, pero todavía no pueden avanzar si son muchas. Esta vez, sin embargo, más que el miedo al contagio el motivo principal para solicitar no tener que ir a la mesa es que los comicios se celebran un martes, día laborable, hecho que complica la logística de muchas familias con hijos, porque se ha declarado el 4 de mayo como día no lectivo.

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