Feijóo aprovecha la pugna entre Weber y Von der Leyen para atacar a Ribera
El PP europeo adopta el discurso contra la vicepresidenta española, pero hace equilibrios por no poner en peligro el global de la Comisión Europea
BruselasEl Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ha encontrado el filón para volver a atacar al gobierno de Pedro Sánchez desde las instituciones de la Unión Europea: la pugna interna entre la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Partido Popular Europeo (PPE). Mientras que ella mantiene la confianza en la ministra Teresa Ribera para que se convierta en la principal vicepresidenta del ejecutivo comunitario, él se ha sumado al carro de los populares españoles de cuestionar —aunque con menos agresividad— la candidatura de la socialista española por su gestión en la DANA.
El PP sabe que Weber, desde que Von der Leyen le arrebató la presidencia de Bruselas en el último momento, ansía debilitar el liderazgo de la presidenta de la Comisión Europea. Una forma de hacer temblar, a poco que sea, el trono de la conservadora alemana es poniendo en duda a la candidata que ella ha decidido que sea la segunda mujer más poderosa de Bruselas, Ribera, ya que tiene previsto entregarle dos carteras capitales como son Competencia y Transición Neta. Además, con la ofensiva contra la socialista española, también puede conseguir que se aplace el inicio del nuevo ejecutivo comunitario, que está previsto que arranque el 1 de diciembre, y se dé una imagen de mayor inestabilidad institucional.
Por otra parte, a los democristianos europeos también les interesa oponerse a la que potencialmente será la máxima impulsora de todas las medidas ecologistas que pueda sacar adelante Bruselas, al menos de cara a la galería ya pesar de que sepan que seguramente tendrán que acabar apoyándole. Hace tiempo que el PPE tiene una cruzada abierta contra el plan ecologista del ejecutivo comunitario y, complicar el nombramiento de Ribera, les daría aún más vía libre a la próxima legislatura para culpar a la socialista española de todas las medidas verdes del ejecutivo comunitario y sacar responsabilidad al resto de la Comisión Europea, que está presidida y formada principalmente por perfiles conservadores.
De hecho, en la anterior legislatura, los populares europeos concentraron las críticas contra Frans Timmermans, el anterior titular del Pacto Verde. Entre otros, le acusaban continuamente de querer imponer una agenda de lucha contra el cambio climático demasiado ambiciosa y perjudicial para la economía de la UE.
Discursos divergentes en Madrid y Bruselas
Weber ha vuelto a ponerse del lado de Feijóo sin dudarlo. Ahora bien, hasta cierto punto. Tombar Ribera podría suponer que los socialistas europeos dejaran caer a toda la Comisión Europea en bloque, la cual tiene sobre todo perfiles conservadores. Y, por eso, este miércoles por la noche empezaron a hacerse evidentes las diferencias entre los conservadores de Madrid y Bruselas. Concretamente, fuentes del PPE de Weber ya abrieron la puerta a entregar la vicepresidencia europea a Ribera si se comprometía a dar explicaciones sobre su gestión de la DANA en el Congreso ya dimitir en caso de que la procesen por la catástrofe natural que ha sufrido el País Valenciano. Sin embargo, a los pocos minutos, Génova lo desmentía y mantenía la petición al presidente español, Pedro Sánchez, y Von der Leyen de proponer un nombre alternativo a la ministra socialista.
Ahora bien, no sólo se oyen discursos divergentes dentro de la familia conservadora. En casa de los socialdemócratas la situación es similar. La Moncloa asegura que Feijóo solo tiene la capacidad de "bloquear" la formación de toda la Comisión Europea y le acusan de conducir a la UE a una "enorme inestabilidad". Sin embargo, tal y como recuerdan fuentes del grupo europarlamentario socialdemócrata, obvian que la vicepresidencia de Ribera no es el único cargo en juego y que hay hasta otros seis que entran en las negociaciones de la gran coalición de la Eurocámara —conservadores , socialdemócratas y liberales— sobre la próxima Comisión Europea. De hecho, fuentes del grupo europarlamentario socialdemócrata recuerdan que, efectivamente, hay más nombres que entran en la ecuación y aseguran que, por ejemplo, se niegan a apoyar a quien sería el primer vicepresidente de extrema derecha de Bruselas, el italiano Raffaele Fitto.