UE

Los grandes retos de Teresa Ribera: la futura segunda mujer más poderosa de Bruselas

La ministra deberá confrontarse con la Comisión Europea más derechizada de la historia y luchar por mantener la agenda verde

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Teresa Ribera en una imagen de archivo.

BruselasEspaña nunca había obtenido una cartera tan relevante en la Comisión Europea como la que tendrá Teresa Ribera. No solo dirigirá Transición Neta, que ella misma ya daba casi por sentado, sino que también será la vicepresidenta primera y liderará Competencia, que es una de las comisarías con mayor peso en el ejecutivo comunitario. Así pues, si el Parlamento Europeo ratifica su nombramiento, la actual vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica se convertirá en la segunda mujer más poderosa de Bruselas antes de que acabe el año, tan sólo por detrás de la propia presidenta, Ursula von der Leyen. Éstos son algunos de los principales retos que tendrá que afrontar.

La UE más derechizada de la historia

El giro a la derecha ya la extrema derecha de la UE se hará patente en la Comisión Europea. La mayoría conservadora es abrumadora –14 comisarios de un total de 27– y, además, contará con dos miembros de extrema derecha. Los liberales tendrán seis y los socialdemócratas sólo se han quedado con 5. Aparte de sus compañeros en el ejecutivo, también hay que tener en cuenta que el Partido Popular Europeo (PPE) y la extrema derecha tienen bastante fuerza parlamentaria para derribar en la Eurocámara iniciativas progresistas que impulse Bruselas.

Sin embargo, Ribera está condenada a llevarse bien con Von der Leyen y su equipo. Todo el mundo que ha plantado cara a la líder alemana ha salido malparado. Uno de los casos más evidentes es el comisario francés Thierry Breton, que tutelaba Mercado Interior. Había acusado públicamente a la líder alemana de ejercer un liderazgo y pretendía hacer de contrapeso del conservadurismo de la presidenta de la Comisión Europea. Ella acordó con Emmanuel Macron sustituirle y Breton se vio obligado a dimitir. Tampoco repetirán otros rivales públicos de Von der Leyen, como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, o el titular de Economía, el socialdemócrata Paolo Gentiloni.

Desenterrar el plano verde

El discurso en favor de la lucha contra el cambio climático ha perdido apoyo y la ola contraecologista que atraviesa Europa ya ha inundado a las instituciones europeas. Ha dejado de ser una de las principales prioridades del ejecutivo comunitario y Von der Leyen, a pesar de haber sido una de las grandes abanderadas, ha enterrado las palabras cambio climático o pacto verde del reparto de carteras. Ahora el departamento de Ribera se llamará Transición Limpia y Competitiva.

Su nombre es toda una declaración de intenciones. Ya no se trata de una cuestión medioambiental, que también, sino económica. Por ejemplo, se insiste en potenciar el despliegue de las renovables pero, sobre todo, tener energía más barata y hacer la industria de la UE más competitiva. Además, Von der Leyen le pone de deberes a Ribera que esta transición no perjudique lo más mínimo a la industria europea. De hecho, la patronal de coches Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ya ha pedido al futuro ejecutivo que retrase la reducción del tope de emisiones de los vehículos de combustión y, entre otros, el PPE le ha instado a aplazar la entrada en vigor de la ley ecologista de la restauración de la naturaleza.

Alemania y la competitividad de la UE

El objetivo de las medidas que propone el informe que presentó a principios de mes el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi es hacer la UE más competitiva respecto a Estados Unidos y China. Y muchas de las iniciativas que propone este análisis, que Von der Leyen y todo Bruselas ya han convertido en un texto sagrado, tendrán que pasar en gran parte por manos de Ribera.

En este sentido, Draghi señala que la UE debe reducir las trabas burocráticas y agilizar, por ejemplo, las ayudas a industrias que pueden ser claves, como la de la inteligencia artificial. Ribera ha dicho en distintas ocasiones que ésta es una de sus intenciones, así como velar por que las ayudas comunitarias y estatales prioricen los intereses del global de la UE y no nacionales. También se mostró crítica con el hecho de que la mitad de todo el dinero de ayudas estatales a empresas que Bruselas aprueba proviene de Alemania, lo que provoca un desequilibrio interno entre estados miembros.

Hacer creer a las grandes tecnológicas

Una de las tareas más destacadas de los últimos años de Bruselas y de la carpeta de Competencia es la de mantener a raya a las grandes tecnológicas como Alphabet (matriz de Google), Meta (conglomerado del que forman parte Facebook o Instagram) y, entre otros, Apple, X o Microsoft. De hecho, la actual comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, se ha erigido en uno de los azotes de estas compañías y ha conseguido que la justicia europea haya impuesto sanciones récord. En este sentido, Ribera ha alabado el trabajo de Vestager y ya ha avanzado que pretende seguir atando corto a las grandes tecnológicas.

La guerra comercial con China

Por si fuera poco, Ribera también será la encargada de negociar la relación comercial entre Bruselas y Pekín, que se encuentra en horas bajas. El actual vicepresidente, Valdis Dombrovskis, se mostró bastante contundente contra algunas de las prácticas comerciales del gigante asiático que Bruselas considera injustas, como son las grandes subvenciones y las trabas que pone a las empresas de la UE a la vez que exportar a China. Entre otros, Dombrovskis ha subido los aranceles a los vehículos eléctricos chinospero en este caso habrá que ver si Ribera mantendrá el pulso o maniobrará para enfriar la guerra comercial, tal y como prefiere el gobierno español.

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