Muere el fiscal del Supremo que investigaba a Juan Carlos I

Juan Ignacio Campos tenía 71 años y Delgado lo nombró número 2 del ministerio público

ARA
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El fiscal Juan Ignacio Campos Campos

MadridEl teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan Ignacio Campos, ha muerto este miércoles en Madrid a los 71 años. Era el número 2 de la Fiscalía y el encargado de investigar a Juan Carlos I. Fundador de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), Campos llegó a la Fiscalía del Supremo en 1996, después de pasar por la Fiscalía Provincial de Madrid y la de Barcelona entre 1978 y 1982. En 2005 se convirtió en fiscal de sala y en 2012 en fiscal delegado en materia de asuntos económicos. Por esta experiencia, en 2020 la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, le encargó el liderazgo de las diligencias de investigación sobre los movimientos de dinero del rey emérito en el extranjero.

Este año Delgado todavía lo hizo subir hasta el primer escalón de la institución y lo propuso como teniente fiscal del Supremo, en sustitución de Luis Navajas, que se jubiló. Así lo acordó el gobierno español el 12 de enero. Uno de los principales puntos de interés judicial en la capital del Estado ha sido la carpeta de Juan Carlos I que Campos y su equipo todavía mantienen abierta a día de hoy. A pesar de que se da por hecho que no se presentará querella contra el anterior monarca, el teniente fiscal todavía no había archivado las diligencias. De hecho, la que hace referencia al fondo multimillonario en la isla de Jersey, la última que se incorporó a la investigación a raíz de un sumario del Sepblac, se prorrogará hasta junio del año que viene.

El deceso llega ena la recta final de la investigación en España, pero solo dos días después de que Suiza exonerara de responsabilidad a las personas investigadas por la ocultación de 65 millones de euros que Juan Carlos I recibió en 2008 de Arabia Saudí. El fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, no vio suficiente relación entre este dinero –que fue a parar a una cuenta de Corinna Larsen a raíz de una donación irrevocable del emérito– y el contrato por las obras del AVE a la Meca otorgado a un consorcio de empresas españolas. Las indagaciones de Bertossa habían alimentado la carpeta de Campos, que precisamente la primera investigación que inició fue esta. Después, incorporó los indicios sobre el uso de tarjetas black a nombre de terceras personas y los del mencionado fondo en la isla de Jersey.

La decisión de Suiza valló todavía más el recorrido de las diligencias de Campos y concluía que no se podía acreditar la presunta actividad comisionista de la ex jefe de estado español. Uno de los últimos episodios sonados en el culebrón judicial de Juan Carlos I se produjo cuando a principios de septiembre el diario El Mundo publicó frases literales de una comisión rogatoria del difunto fiscal dirigida a Suiza, en la que atribuía al emérito indicios de haber cobrado “comisiones y otras prestaciones” similares a través de su “intermediación en negocios empresariales internacionales”. Señalaba la posible comisión de delitos de blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, fraude y tráfico de influencias. La ocultación a Hacienda la reconoció él mismo con las dos regularizaciones de cerca de cinco millones de euros ante la Agencia Tributaria.

Una larga enfermedad

La fiscalía general del Estado ha informado en una nota de prensa que Campos ha acudido esta mañana a su lugar de trabajo en la calle Fortuny de Madrid, y que ha muerto esta tarde en su domicilio. Sufría una larga enfermedad, explican fuentes del organismo sin dar más detalles, y este verano se sometió a una operación. A pesar del problema de salud, continuaba yendo a su despacho a trabajar. El ministerio público destaca su "ejemplo de profesionalidad, discreción, lealtad y honestidad. Uno de los mejores penalistas de este país".

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